París, 12 dic (EFE).- Standard & Poors (S&P) señaló hoy que detecta signos que anticipan una lenta salida de la crisis en la eurozona y pidió al Banco Central Europeo (BCE) que impulse la recuperación con "medidas no convencionales adicionales", que eviten también los riesgos deflacionistas.
Con una inflación interanual en octubre del 0,7 por ciento, lejos del objetivo del 2 % del BCE, esa agencia de calificación de riesgos advierte en un informe de que existe un riesgo de deflación en la zona euro que podría afectar a sus economías más débiles.
"La desaceleración de la inflación combinada con un anémico crecimiento económico hace planear el espectro de la deflación, una enfermedad que afecta a Japón desde hace más de 15 años", indicó la agencia de calificación S&P en un análisis que tituló: "Los brotes verdes van a necesitar mucha agua".
Entre las medidas que recomienda al BCE para evitar esa coyuntura destacó "nuevas operaciones de refinanciación a largo plazo con vencimiento prolongado, dado que el exceso de liquidez en la eurozona sigue siendo muy bajo", con la condición de que los bancos utilicen el dinero para financiar el crédito y no para adquirir bonos de deuda soberana.
Se trata de una cláusula similar a la que aplicó el Banco de Inglaterra el julio de 2012, recordó S&P.
Otra receta pasaría por que el BCE compre activos de los bancos para que refuercen sus balances, aunque la agencia advirtió de que esa iniciativa parece menos probable.
"Sea lo que sea lo que decida hacer, en nuestra opinión el BCE tendrá que desempeñar un papel de jardinero paciente y regar esos brotes verdes que han emergido en la eurozona", subrayó el análisis.
Standard & Poors pronostica que la economía de la Unión Europea (UE) se contraerá un 0,6 por ciento en 2013 y crecerá un 0,9 % el próximo año, liderada esencialmente por Alemania, que crecería un 0,5 % este año y un 1,8 % el próximo ejercicio.
La recuperación en la eurozona, por tanto, se intuye "larga y ardua", agregó esa agencia, que celebró la contribución del auge del comercio exterior y las exportaciones, pero solo en algunos países, como España.
"En general, el sector privado en la mayoría de los países sigue en modo de no-crecimiento", resumió el informe, que considera que "el muro de deuda del sector privado de la eurozona seguirá siendo un impedimento".
Esa reducción de la deuda privada es precisamente una de las diferencias "cruciales" entre la "visible" recuperación de la economía estadounidense y la tímida actividad en la eurozona, según S&P.
En el informe se destacó que es "sorprendente" que la inflación desacelere ahora, cuando la economía empieza a salir de una doble recesión, y no en los momentos de crisis más profunda, mientras disminuían los costes de producción unitarios.
Según S&P, esa circunstancia se debe esencialmente a que las empresas han aumentado sus márgenes, a la imposición indirecta y al avance de los precios en los servicios menos expuestos a la competencia internacional, como el transporte o la educación.
España es un caso paradigmático de esa situación, dijo S&P, pues los costes laborales han caído un 10 % desde el segundo trimestre de 2009 mientras la inflación se incrementó un 3,2 %.
Otros factores que han contribuido a que los precios caigan ahora es la menor carestía de los alimentos y de la energía y la fortaleza del euro en el mercado de divisas.
La robustez de la moneda única, que se intercambia a 1,3767 dólares y sigue apreciándose, resulta "paradójica" pues un euro fuerte perjudica a países como Francia, España, Italia y Portugal, a juicio de S&P.
Todos ellos son Estados que, según esa agencia, tienen mucha elasticidad de precios en sus exportaciones en comparación con Alemania, que es "mucho menos vulnerable a una divisa fuerte" porque su elasticidad es menor.
A eso se suma que un euro potente frente al dólar abarata las importaciones que necesitan las empresas manufactureras germanas, indica el informe de S&P. EFE