Lima, 19 may (.).- La reunión celebrada este jueves entre el Gobierno peruano y representantes de las comunidades del entorno de la mina cuprífera de Las Bambas, cuya protesta ha paralizado la producción en el yacimiento, acabó sin ningún acuerdo y con la negociación interrumpida.
La interrupción se produjo luego de que los manifestantes abandonaron el encuentro cuando el primer ministro, Aníbal Torres, propuso levantar el estado de emergencia solo si los manifestantes desocupan la mina.
"El Estado de emergencia se levanta simultáneamente con el levantamiento también de las actitudes de fuerza y restableciendo la paz social, eso se hará por parte del Estado, no hay ninguna dificultad ni ningún obstáculo, y después se comienza a negociar pacíficamente", dijo Torres.
Pero poco después anunció su retirada de la mesa de diálogo, "me temo que me tengo que retirar para atender otros asuntos, pero esto no quiere decir que ustedes continúen", dijo Torres entre gritos y abucheos de la audiencia.
Frente a esta condición de suspender el estado de emergencia solo cuando los manifestantes desocupen la mina y la posterior ausencia del primer ministro, representantes de las seis comunidades implicadas en el conflicto se fueron de la mesa de diálogo en muestra de desacuerdo.
"Hay oro, hay cobre, el pueblo sigue pobre", gritaron algunos comuneros justo antes de abandonar el lugar y no firmar ningún acta de acuerdo.
El gobernador regional de Apurímac -donde se encuentra la mina-, Baltasar Lantarón, lamentó a medios locales que Torres no se quedara en la reunión con representantes locales y pidió la presencia del presidente del país, Pedro Castillo, para continuar el diálogo.
Esta mesa se celebró este jueves en la comunidad de Pumamarca, en la provincia de Cotabambas, con el objetivo de llegar a acuerdos y dialogar sobre la ocupación de la mina por parte de miembros de diferentes comunidades que reclaman incumplimientos por parte de la empresa china MMG, operadora de Las Bambas.
"Debemos ponernos a trabajar hoy porque, como ustedes dicen, la mina genera riqueza, y genera trabajo. Cada día que se pierde, perjudica a los comuneros, perjudica a todas las comunidades de esta zona, perjudica al país, no nos dejemos engañar", sostuvo Torres al principio de su intervención.
El pasado 12 de abril, pobladores de seis comunidades campesinas del distrito de Chalhuahuacho, en la surandina región de Apurímac, ingresaron al yacimiento minero para pedir a la compañía que cumpla con los compromisos asumidos en 2014, tras lo cual, el Gobierno decretó el estado de emergencia para que la policía tenga el apoyo de las Fuerzas Armadas para recuperar el orden público y que la mina vuelva a producir.
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