Madrid, 16 jun (.).- Ocho de cada diez vehículos de empresa que circulan por las carreteras españolas son de "flota gris", es decir son los coches privados de los empleados que estos usan para actividades profesionales, según el "II estudio de movilidad en carretera por viajes de negocios en España" de Gebta y Europcar Mobility Group España.
De acuerdo con sus cálculos representa más de siete millones de automóviles, el 80 % del total de las flotas de empresa, y de ellos el 65 % tiene más de 10 años de antigüedad, lo que implica menos seguridad y más contaminación, cuando suelen recorrer con ellos unos 2.350 kilómetros mensuales.
En el caso de los turismos corporativos -los que pertenecen a la empresa- siete de cada diez no superan los cuatro años de edad desde que fueron matriculados.
Otro dato destacado del informe es que el 77 % de las empresas quiere incrementar el uso de vehículos eléctricos, que la mitad estima que supondrán entre el 20 y el 30 % de sus flotas en los próximos tres años y que la demanda de vehículos ECO entre sus empleados está al alza.
Para los expertos que han elaborado el informe, el mercado de la movilidad de empresa, que gestiona cerca de 1.900 millones de euros al año, presenta "amplias" oportunidades de mejora.
Al respecto, el director general de Europcar Mobility Group en España, Tobias Zisik, asegura que los "altos" porcentajes de flota gris "dejan al descubierto que las políticas de viaje de las empresas no están aprovechando aún todas las posibilidades que ofrecen la nueva movilidad, que se encaminan más al uso compartido que a la propiedad“.
Pone como ejemplo el coche compartido, del que dice que se utiliza cada vez más en los desplazamientos interurbanos de ocio, pero apenas en el 5 % de las ocasiones cuando se viaja por negocios, cuando puede ser una oportunidad para el alquiler de vehículos y el coche con conductor, que actualmente suponen la opción favorita para el 18 % y 15 % de los casos, respectivamente.
Para el director general de Gebta, Marcel Forns Bernhardt, el automóvil es el principal medio de transporte de los viajeros de negocio y un instrumento fundamental para las empresas, que debe pasar a ser considerado una "herramienta eficiente y segura de trabajo" para las compañías.
En su opinión, la política de movilidad asociada a los desplazamientos por carretera de las empresas españolas "exige una visión integral y una profunda revisión, que debe abordarse desde la triple perspectiva de la seguridad, la eficiencia y la productividad, así como de impacto ambiental y que debe ser capaz de integrar las diferentes áreas gestoras de la movilidad, así como ámbitos asociados a la seguridad, la prevención o a la Responsabilidad Social Corporativa".