París, 24 ene (.).- La Bolsa de París, que ya terminó la semana pasada con un movimiento bajista, sufrió este lunes un considerable descalabro al perder su índice general un 3,97 % y terminar por debajo del umbral simbólico de los 7.000 puntos.
El CAC-40 comenzó la sesión ligeramente a la baja y al cabo de unos pocos minutos se colocó momentáneamente por encima de 7.068,59 puntos del cierre del viernes.
Sin embargo, la alegría no duró. En pocos minutos, el mercado se orientó claramente en línea descendente. El movimiento se fue haciendo más acusado conforme pasaba el tiempo, y en particular con la apertura de Wall Street.
Los operadores tuvieron en mente el aumento de la tensión en los últimos días y horas en torno a Ucrania que hace temer un conflicto armado en el este de Europa.
La próxima reunión del comité de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, en la que se esperan signos sobre su voluntad de yugular la inflación, influyó también en el mercado.
El indicador de tendencia del mercado francés terminó la jornada en 6.787,79 puntos en una sesión de mucha actividad, como lo ponen en evidencia los 5.600 millones de euros de activos que cambiaron de manos.
Desde que comenzó el año, la Bolsa de París pierde un 4,73 % y en una semana el retroceso es todavía mayor, del 5,37 %.
El único valor del CAC-40 que se salvó de los descensos fue Orange (PA:ORAN).
El operador de telecomunicaciones subió un 0,90 % después de que se supo que solo quedan dos candidatos para sustituir al actual consejero delegado, Stéphane Richard, y que la favorita clara es una de sus administradoras, la vicepresidenta para Europa de Schneider Electric (PA:SCHN), Christel Heydemann.
En el otro extremo de la balanza, el grupo de materiales de construcción Saint Gobain (PA:SGOB) se llevó el mayor batacazo (-8,46 %), seguido por el fabricante automovilístico Stellantis (-7,43 %), por el grupo de servicios de pago Worldline (-7,28 %) y el gigante siderúrgico ArcelorMittal (MC:MTS) (-6,73 %).