Madrid, 5 mar (.).- La expansión del coronavirus, el paulatino empeoramiento de las previsiones macroeconómicas y empresariales, y el temor a que un recorte de los tipos de interés no baste para paliar los efectos de la epidemia e incluso tenga efectos secundarios en la banca, han teñido de rojo las bolsas europeas después de tres jornadas en verde.
Los precios del petróleo vuelven a bajar pese a la intención de la OPEP de rebajar la producción en 1,5 millones de barriles diarios, mientras que la deuda de Estados Unidos y Alemania se mantiene como refugio para los inversores.
Las bolsas europeas, que habían abierto hoy en verde impulsadas por la fuerte subida registrada ayer por Wall Street, se han dado la vuelta a primera hora y han acentuado sus pérdidas, tras la apertura de Nueva York.
El Ibex 35, el selectivo de la Bolsa española, ha caído un 2,55 %, mientras que Londres se ha dejado un 1,62 % %; Fráncfort, un 1,51 %; París, un 1,90 %; y Milán, un 1,78 %.
Previamente, los principales mercados asiáticos habían cerrado en verde, ya que todavía duraba el efecto positivo de Nueva York.
Tokio ha subido un 1,09 %; Hong Kong, un 2,08 %; el índice CSI de las bolsas de Shanghai y Shenzen, un 2,23 %; y Seúl, un 1,26 %.
En Wall Street, el Dow Jones, que ayer subió un 4,53 %, pierde ahora en torno al 3 %.
En la sesión de hoy destacan las caídas de las compañías aéreas y de los bancos, en el primer caso por el impacto del coronavirus en el transporte y en el segundo por las peores perspectivas macroeconómicas y por las bajadas de los tipos de interés, que reducen los márgenes de las entidades financieras.
El grupo IAG (MC:ICAG), del que forman parte Iberia, Vueling y British Airways, ha bajado un 4,82 %; la francesa Air France-KLM (PA:AIRF), un 11,25 %; la alemana Lufthansa (DE:LHAG), un 3,72 %; y la británica Easyjet (LON:EZJ), un 4,44 %.
Según la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), la expansión del coronavirus recortará los ingresos del sector entre 63.000 y 113.000 millones de dólares (entre 56.405 y 101.196 millones de euros).
En febrero, la IATA había calculado un impacto negativo de 29.000 millones de dólares (25.963 millones de euros).
En el sector financiero, el banco francés Société Générale (PA:SOGN) ha caído un 5,77 %; y los italianos Mediobanca (MI:MDBI) y Unicredit (MI:CRDI), un 5,44 % y un 4,05 %, respectivamente.
En España, Banco Sabadell (MC:SABE) ha perdido un 5,25 %; Santander (MC:SAN), un 5,10 %; BBVA (MC:BBVA), un 4,69 %; CaixaBank (MC:CABK), un 4,03 %; y Bankia (MC:BKIA), un 3,6 %.
Otros sectores castigados han sido el industrial y el automovilístico: Thyssenkrupp (DE:TKAG) ha bajado un 7,59 %; ArcelorMittal (MC:MTS), un 6,39 %; y Renault (PA:RENA), un 7,56 %.
Según Norman Villamin, de Union Bancaire Privée, los recortes de los tipos de interés decididos por la Reserva Federal estadounidense y los bancos centrales de Australia y Canadá "son un paso necesario pero no suficiente para evitar una crisis crediticia".
"Creemos que se necesita un estímulo fiscal oportuno y agresivo junto a los esfuerzos monetarios para evitar este escenario", subraya.
Las dudas sobre la eficacia de la política monetaria en el contexto actual coinciden con un empeoramiento de las perspectivas económicas.
La gestora de activos Schroders (LON:SDR) ha rebajado hoy su previsión de crecimiento de la economía global para este año desde el 2,6 % al 2,3 %.
Además, la agencia de calificación Scope Ratings cree que la economía italiana podría contraerse un 0,3 % en 2020.
El Gobierno italiano ha aprobado una partida de 7.500 millones de euros para ayudar a familias y empresas.
En cuanto al mercado petrolero, los precios del crudo bajan pese a la propuesta de la OPEP de reducir la producción en 1,5 millones de barriles diarios, un recorte que aún deben respaldar otros países productores.
El Brent, de referencia en Europa, cae un 1,3 % y el Texas, referente en Estados Unidos (EEUU), pierde un 1,1 %.
La deuda de países solventes como EEUU y Alemania sigue atrayendo a los inversores. La rentabilidad del bono estadounidense a diez años ha tocado un nuevo mínimo, mientras que la del alemán del mismo plazo está cerca de sus niveles más bajos.