La Haya, 11 abr (.).- El Gobierno neerlandés anunció este martes que apelará la decisión judicial dictada la semana pasada que impide la reducción este año del número máximo de vuelos en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam para atajar los problemas de ruido y emisiones, un caso iniciado en los tribunales por las aerolíneas afectadas.
El ministro neerlandés de Transporte y Obras Públicas, Mark Harbers, explicó al Parlamento que ese fallo judicial no beneficiará a los residentes de las zonas colindantes al aeródromo de la capital neerlandesa, que fueron precisamente quienes se quejaron del ruido y las molestias causado por la actividad aeroportuaria, aunque no mencionó ningún argumento sustantivo en la misiva.
El tribunal de distrito de Holanda del Norte dictaminó el pasado miércoles que el Gobierno "no puede reducir" el número máximo de vuelos de 500.000 a 460.000 en Schiphol a finales de este mismo año al "no haber seguido el procedimiento correcto" definido por el reglamento europeo, lo que incluye negociar alternativas con las aerolíneas.
El procedimiento judicial fue iniciado por varias aerolíneas, incluidas KLM, Delta Air Lines (NYSE:DAL), Corendon, EasyJet y TUI (ETR:TUI1n), que consideraron que el Ejecutivo central había tomado "una decisión unilateral" de reducir "drásticamente" y "sin buscar alternativas" los vuelos en Schiphol.
El Gobierno quiere reducir eventualmente el número máximo de vuelos permitidos en Schiphol hasta 440.000 por año y para ello busca introducir un régimen temporal desde noviembre de 2023 a octubre de 2024, que ya reducirá el máximo de vuelos a 460.000.
En cambio, el tribunal sí consideró que el Estado ha seguido el procedimiento europeo para reducir los vuelos en Schiphol a un máximo de 440.000 anuales a partir de la temporada , la del año que viene.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) consideró la decisión judicial como un "respiro vital" para los pasajeros, las aerolíneas y la economía de Países Bajos, aunque admitió que "la amenaza de los recortes de vuelos en Schiphol sigue siendo muy real y sigue siendo la política declarada por el gobierno".
Además, recordó que el propio aeropuerto anunció "sin consultas" planes de prohibir los aviones privados y eliminar potencialmente los vuelos nocturnos, lo que, de salir adelante, supondría el cierre de las pistas en Ámsterdam entre la medianoche y las cinco de la mañana.
Con la reducción del número de vuelos que anualmente pueden pasar por Schiphol, el Gobierno neerlandés responde a las preocupaciones de residentes en las zonas colindantes que se quejan de sufrir por el ruido, la calidad del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero como el nitrógeno y el CO2.