Torrelavega (Cantabria), 6 may (.).- Un grupo de accionistas minoritarios de Sniace (MC:SNCE) liderados por Clemente Fernández González, el empresario cántabro que fue presidente de la cotizada Amper (MC:APE), han anunciado su intención de presentar una oferta para rescatar la compañía Sniace y lograr la reapertura de la fábrica de Torrelavega.
Fuentes del colectivo han explicado a Efe que para la presentación de la oferta a la administración concursal de Sniace -la empresa está en proceso de liquidación desde hace más de un año- se está trabajando ya con varios fondos interesados en invertir en la operación, que se espera concretar en breve.
La propuesta de los minoritarios tendría como objetivo reabrir la totalidad de los procesos productivos de Torrelavega y contratar a los trabajadores necesarios para operar el complejo, la plantilla que se estima en más de 400 trabajadores, los mismos que fueron despedidos al inicio del proceso de liquidación.
Las pretensiones pasarían por la vuelta a la cotización de la compañía y que en el futuro capital social de la nueva Sniace estén integrados los minoritarios con, al menos, un 35 %.
Las mismas fuentes de los accionistas minoritarios han explicado que se está trabajando ya en un proyecto de negocio "sostenible en el tiempo" que mantenga esos puestos de trabajo "y cree riqueza en Cantabria y Torrelavega".
Sniace se encuentra desde hace más de un año en proceso de liquidación, cuyo desarrollo se ha retrasado debiendo a la pandemia, y en la actualidad todavía sigue sin concretarse ninguna oferta en firme por los activos de la compañía, aunque varias sociedades solicitaron en su momento información al respecto.
Sobre la empresa química de Torrelavega pende en estos momentos una deuda estimada en más de 141 millones de euros, que estaría reclamada por cerca de 300 acreedores a los que la administración concursal ha reconocido impagos, entre ellos proveedores, consultoras y empresas de trabajo temporal (ETT) y ayuntamientos.
Al Ayuntamiento de Torrelavega se le tiene reconocida una deuda cercana a los 839.248 euros, a la Tesorería General de la Seguridad Social unos 1,39 millones, al Fondo de Garantía Social (Fogasa) otros 2,09 millones y al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) se le atribuyen cobros pendientes por 33.174 euros.
Entre los acreedores, se encuentran el expresidente de compañía, Blas Mezquita, quien aparece como titular de una deuda de casi 170.000 euros, además de otras cantidades a TSK Electrónica y Electricidad, la firma cabecera del empresario Sabino García Vallina, por cerca de 20 millones de euros.
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