Por Richard Balmforth y Pavel Polityuk
KIEV (Reuters) - Los líderes de Alemania y Francia anunciaron el jueves un nuevo plan de paz para Ucrania, por lo que viajaron a Kiev con una propuesta que luego llevarán a Moscú.
La importancia de alcanzar un acuerdo quedó demostrada por la drástica caída de la moneda ucraniana, que perdió cerca de un tercio de su valor.
Kiev está tratando de negociar un rescate del Fondo Monetario Internacional, pero muchos analistas creen que no podrá asegurarse ningún préstamo hasta que no cesen los enfrentamientos en el este del país.
El viaje coordinado de Angela Merkel y François Hollande llega en un momento en el que los rebeldes avanzan firmemente sobre un centro ferroviario en manos de soldados ucranianos, después de lanzar una ofensiva que puso fin a un alto el fuego de cinco meses.
Washington ha comenzado a hablar abiertamente de entregar armas a Ucrania por primera vez. El secretario de Estado, John Kerry, también voló a Kiev el jueves.
Kerry no tiene planes de viajar a Moscú y no estuvo involucrado en la iniciativa francoalemana, aunque la respalda.
El Kremlin confirmó la visita y el principal asesor de política exterior del presidente Vladimir Putin dijo que el mandatario está dispuesto a mantener conversaciones constructivas con Merkel y Hollande. Moscú dijo que espera que las conversaciones con Merkel y Hollande sean "constructivas".
Fuentes del Gobierno alemán dijeron que el problema para reanudar las conversaciones de paz es que la ubicación actual de las fuerzas ha cambiado respecto a lo que se acordó el año pasado en las negociaciones en Minsk.
Una idea es que se tome en cuenta la situación al día de hoy, lo que reflejaría el avance rebelde.
Para que las conversaciones se reanuden, Kiev debería aceptar que los separatistas ahora controlan varios cientos de kilómetros cuadrados más respecto a lo acordado en Minsk, aunque sin abandonar su reclamo de que esas áreas son parte del Estado ucraniano.
El objetivo final de las conversaciones de paz debería ser la restauración de la integridad territorial de Ucrania, señalaron las fuentes.
El primer ministro ucraniano, Arseny Yatseniuk, dijo que Kiev no consideraría ningún plan que genere dudas sobre la integridad territorial de la nación, su soberanía o independencia.
"IMPULSAR NUEVA INICIATIVA"
Las conversaciones de paz colapsaron el sábado en Bielorrusia y está previsto que los líderes de la UE consideren presionar por nuevas sanciones económicas contra Moscú la semana próxima.
"Juntos con Angela Merkel hemos decidido impulsar una nueva iniciativa", dijo Hollande en rueda de prensa. "Haremos una nueva propuesta para resolver el conflicto, que estará basada en la integridad territorial de Ucrania", agregó.
Hollande y Merkel se reunirán con el presidente Petro Poroshenko en Kiev el jueves y con el ruso Vladimir Putin en Moscú el día siguiente.
"Durante varios días, Angela Merkel y yo hemos trabajado en un texto (...) un texto que pueda ser aceptable para todos", agregó Hollande.
También advirtió sobre los riesgos de una escalada en Ucrania: "Ahora estamos en una guerra y en una guerra que podría ser una guerra total".
En tanto, Kerry dijo tras reunirse con Poroshenko en Kiev que Washington respalda la diplomacia pero que "no cerrará los ojos" ante las tropas y tanques rusos que cruzan la frontera.
"No estamos buscando una confrontación con Rusia. Nadie lo quiere", dijo Kerry. "Estamos esperanzados en que Rusia aprovechará (...) la noción de que tenemos una solución diplomática frente a nosotros. Eso es lo que queremos".
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, decidirá pronto respecto al envío de armas letales a Ucrania para la lucha contra los separatistas, pese a que Washington prefiere una solución diplomática, destacó Kerry.
En Washington, el senador republicano John McCain dijo que los legisladores estadounidenses presentarían una ley requiriendo el envío de armas a Ucrania si Obama no toma la decisión.
Moscú dijo que consideraría el envío de armas de parte de Estados Unidos a Ucrania como una amenaza a su seguridad.
La OTAN dice que Rusia ha enviado armas, fondos y soldados al terreno para asistir el avance rebelde, minando un cese al fuego de cinco meses en el este de Ucrania, donde la guerra ya ha dejado más de 5.000 muertos.
Moscú niega estar involucrado en el enfrentamiento por un territorio que el Kremlin ahora llama la "Nueva Rusia".
La guerra y años de corrupción endémica han dejado a Ucrania al borde del colapso económico y la bancarrota.
(Reporte adicional de Natalia Zinets y Pavel Polityuk en Kiev, Aleksandar Vasovic en Vuhlehirsk, Nicolas Vinocur en París, Stephen Brown y Caroline Copley en Berlín; Escrito por Peter Graff. Editado en español por Javier Leira)