Estocolmo, 24 nov (.).- Felipe VI y el rey sueco Carlos Gustavo, presidirán mañana, jueves, en Estocolmo un seminario con empresas españolas y locales con el fin de propiciar inversiones en ámbitos como las infraestructuras, las energías renovables y las telecomunicaciones.
El objetivo del foro también es encontrar vías de cooperación en materia de innovación, digitalización y sostenibilidad energética a partir de los fondos europeos que ambos países van a destinar a estos sectores.
La reunión se enmarca en la visita de Estado que los reyes comenzaron ayer, martes, a Suecia, la primera de alto nivel desde 1979, ante el interés de ambos países por potenciar la relación económica y empresarial.
El foro va a contar con la participación de la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, el del Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, y de directivos de unas 40 compañías españolas, como CAF (MC:CAF), Iberdrola (MC:IBE) Renovables y Fertiberia.
El acto de mañana retoma los tradicionales foros empresariales que suelen incluirse en el programa de las visitas de alto nivel de Felipe VI al extranjero y que quedaron interrumpidos con la pandemia.
"Estamos deseando volver a remangarnos y viajar por ahí, a ponernos el traje de comercial y ayudar a nuestras empresas a abrirse mercados (...) Siempre contaréis con todo mi apoyo", aseguró el monarca en un acto con directivos en Madrid el pasado mes de diciembre después de que brindaran todo su apoyo a don Felipe.
Tanto Suecia, considerado el país más innovador de Europa, como España van a destinar buena parte de los fondos de reconstrucción de la UE a la transición ecológica y a la transformación digital, una sincronización que se interpreta como una oportunidad para buscar sinergias.
El país escandinavo se ha marcado como meta acabar con los combustibles fósiles en 2045, para lo que necesita incrementar su capacidad de producir energías limpias, un sector en el que España cuenta con empresas punteras.
En Suecia hay implantadas en la actualidad unas 400 compañías españolas.
El Gobierno cree que hay amplio margen para incrementar esta cifra en un mercado estable y con numerosos proyectos como el sueco, en especial, con la presencia de grandes y medianas compañías.
En un encuentro con la colonia española residente en Suecia tras su llegada ayer a Estocolmo, Felipe VI se mostró convencido de que por la dimensión de ambos países y el peso de sus economías, es posible "estrechar aún más" los lazos, objetivo del foro empresaria que tendrá lugar el jueves con la presencia de los reyes español y sueco.
El flujo de inversiones brutas de Suecia en España ascendió en 2020 a 1.421,33 millones de euros, cuando el año anterior fue de 311 millones.
Por su parte, la inversión global española en el país nórdico fue de 807 millones el pasado año, muy superior a los 122 millones de 2019.
En cuanto a las exportaciones, el pasado ejercicio, las españolas alcanzaron los 2.458,7 millones de euros y las importaciones, 2.665,7 millones, con una tasa de cobertura del 92,2 por ciento.
El embajador de Suecia en España, Teppo Tauriainen, ha opinado que aunque las cifras de inversiones y comerciales son buenas, “el potencial es mucho más grande” porque España y Suecia tienen prioridades parecidas, entre ellas, la transición energética.
“España tiene un desafío bastante grande en los próximos años en esta transición ecológica y va a invertir mucho dinero y las empresas suecas están para ofrecer sus servicios y soluciones”, ha apuntado Tauriainen en declaraciones a EFE.
A su entender, cuando las empresas de ambos países se encuentran, “pueden surgir nuevos proyectos y una relación de colaboración” que beneficie a ambas partes: “España y Suecia son complementarias. Tenemos perspectivas un poco diferentes, pero cuando se combina, es un ‘win win’. Uno más uno no son dos, sino tres. La experiencia es positiva”.
Ha admitido que los empresarios de un país y del otro también tienen filosofías de trabajo diferentes, pero que a la postre resultan compatibles.
“No tenemos la misma manera de socializar que en España, donde primero se conoce al cliente y luego, se hace el negocio, mientras que los suceso quieren directamente hablar de negocios. Pero apreciamos tener ese contacto personal con la contraparte y después, cuando hay confianza, se hace el negocio”, ha destacado el embajador sueco.