Barcelona, 12 jun (.).- La multinacional tecnológica industrial Freudenberg, propietaria de la popular marca de utensilios de limpieza Vileda, prevé recuperar este año en España los niveles de facturación previos a la pandemia, es decir, de 2019, tras haber caído un 11,8 % en 2020.
En una entrevista concedida a Efe, el consejero delegado de esta compañía en España, Jaume Cané, destaca que, pese a que algunas compañías que producen componentes para la automoción han anunciado cierres de plantas en Cataluña, Freudenberg continúa apostando por su presencia en España, y por eso este año prevé invertir en sus plantas en el país "como mínimo" lo mismo que en 2020, cuando destinó 6,7 millones.
Y es que si bien Freudenberg es conocida sobre todo entre el gran público por la marca Vileda, el negocio de los productos para el hogar aporta solo una parte de sus ingresos en España, un 19 % del total de la facturación el pasado año.
La compañía alemana produce también productos de sellado y antivibración para la automoción, lubricantes industriales, así como telas sin tejer, con aplicaciones como el recubrimiento de cables eléctricos.
Freudenberg ingresó 275 millones el año pasado en España, un 11,8 % menos que en 2019, debido a la crisis provocada por la covid-19.
Del total de ingresos, el negocio ligado a la automoción retrocedió un poco en 2020, pero pese a la volatilidad en la que está inmerso el sector siguió siendo el más importante para Freudenberg, al generar el 44 % de la facturación en España.
Los lubricantes industriales aportaron el año pasado el 19 % de los ingresos; las telas sin tejer, un 15 %, y el negocio de limpieza un 19 %, impulsado por la pandemia, mientras que el 3 % restante corresponde a otros negocios.
Aunque Freudenberg no hace previsiones oficiales de facturación para este 2021 en España, Cané apunta: "A finales de este año deberíamos poder estar en cifras muy similares a las de 2019", cuando la compañía facturó 312 millones en España.
"Parece que nos pondremos ya en 2021 en cifras muy similares a la prepandemia. Fácilmente podríamos volver a los valores anteriores, pero dependerá de la automoción", estima Cané.
Asimismo, el directivo resalta que la pandemia no frenó en 2020 las inversiones del grupo en España, donde cuenta con siete plantas, cuatro de ellas ubicadas en Parets del Vallès y las otras tres en Martorell (Barcelona), Burgos y Cascante (Navarra).
El complejo de Parets aglutina las plantas de producción de los productos de Vileda, la de telas sin tejer, la de lubricantes y una parte del negocio de automoción.
"Hay una apuesta clara por mantener tanto las inversiones como los empleos", subraya Cané, que añade que Freudenberg no contempla desinversiones ni deslocalizaciones en España.
En cuanto a su negocio de automoción, Cané explica que el negocio "no está yendo mal", pero que el sector vive un constante "arranca y para" que hace difícil prever cómo se comportará exactamente.
En este contexto, Freudenberg también sigue adaptándose a una economía cada vez más electrificada y en particular al negocio de la movilidad eléctrica, con segmentos de interés como el de las baterías y las pilas de hidrógeno.
"Haremos menos sistemas de antivibración, porque un coche eléctrico los necesita menos que uno de combustión, pero también se necesitarán las piezas que fabricamos para los amortiguadores", pone como ejemplo Cané para evidenciar que Freudenberg seguirá teniendo negocio también en este cambio de paradigma en la automoción.
Creada hace 170 años, la multinacional Freudenberg se estableció en España en 1968 y el año pasado facturó 8.840,8 millones a nivel global.