BUDAPEST (Reuters) - Hungría no puede apoyar el nuevo paquete de sanciones de la Unión Europea contra Rusia en su forma actual, que incluye un embargo a las importaciones de crudo ruso, declaró el viernes el primer ministro Viktor Orbán a la radio estatal.
Orbán dijo que la propuesta actual de la Comisión Europea equivaldría a una "bomba atómica" lanzada sobre la economía húngara, y añadió que Hungría estaba dispuesta a negociar si ve una nueva propuesta que satisfaga los intereses húngaros.
El ejecutivo de la Unión Europea propuso el miércoles el paquete de sanciones más duro hasta ahora contra Moscú por su guerra en Ucrania, pero varios países preocupados por el impacto de cortar las importaciones de petróleo de Rusia se interpusieron en el camino del acuerdo.
A un puñado de países del este de la UE les preocupa que la paralización no les dé suficiente tiempo para adaptarse, aunque los diplomáticos dijeron que a Hungría y Eslovaquia se les daría hasta finales de 2023.
Orban declaró a la radio estatal que Hungría necesitaría 5 años y realizar enormes inversiones en sus refinerías y oleoductos para poder transformar su sistema actual, que depende en un 65% del petróleo ruso.
"Sabemos exactamente lo que necesitamos, en primer lugar necesitamos 5 años para que todo este proceso se complete... un año o un año y medio no es suficiente para nada", dijo Orban, añadiendo que Hungría también necesitaría grandes inversiones en refinerías y en el sistema de transporte marítimo para permitir la importación de petróleo no ruso.
Orbán se preguntó si era prudente hacer inversiones de esa envergadura para obtener un resultado dentro de 4 o 5 años, mientras que la guerra en Ucrania estaba ocurriendo ahora.
Dijo que Hungría estaba esperando a ver una nueva propuesta de la Comisión.
"No quiero enfrentarme a la UE, sino cooperar.... pero esto sólo es posible si tienen en cuenta nuestros intereses".
Orbán también dijo que Hungría no apoyaría la inclusión en la lista negra del máxima dirigente de la Iglesia Ortodoxa Rusa aliada del Kremlin, el patriarca Kirill, ya que se trata de una "cuestión de fe religiosa".
Reiteró la posición de Hungría de no enviar armas a la vecina Ucrania, ya que esos envíos se convertirían en objetivo de los ataques rusos en la zona más allá de la frontera, en el oeste de Ucrania, donde viven los ciudadanos de etnia húngara, dijo.
(Reporte de Krisztina Than y Anita Komuves; edición de Frank Jack Daniel; traducción de Flora Gómez y José Muñoz en la redacción de Gdansk)