MADRID/BARCELONA (Reuters) - El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, pidió el miércoles a los líderes independentistas catalanes que abandonen el plan del referéndum de autodeterminación del 1 de octubre después de una serie de actuaciones judiciales y policiales destinadas a desmantelar el aparato logístico de la consulta.
En una declaración institucional, el presidente del Gobierno aseguró que el referéndum, paralizado por el Tribunal Constitucional, "ya no se puede celebrar", después de que el miércoles la Guardia Civil incautara casi 10 millones de papeletas y detuviera al secretario de Economía del gobierno autonómico, Josep María Jové.
"Les reclamo que cesen en sus actuaciones ilegales, que abandonen sus propósitos. Saben que este referéndum ya no se puede celebrar. Nunca fue legal ni legitimo, ahora no es más que una quimera imposible", dijo Rajoy.
El miércoles, la Guardia Civil llevó a cabo 41 registros, entre ellos en tres empresas en Barcelona, así como otros en despachos profesionales no oficiales y domicilios particulares, después de que el martes las fuerzas de seguridad requisaran abundante documentación censal en una empresa de mensajería.
Estas medidas se sumaban a la decisión de Hacienda de intervenir las cuentas de la Generalitat para evitar que destine dinero a la consulta.
El presidente del Govern, Carles Puigdemont, reaccionó afirmando que el Gobierno español había suspendido "de facto" el autogobierno regional.
En Barcelona, miles de personas se mantuvieron concentrados hasta la noche ante la Consejería de Economía de la Generalitat en protesta por la operación policial, con banderas independentistas y gritos "Fuera las fuerzas de ocupación" y ¿Dónde está Europa?.
En otras ciudades catalanas también se registraron protestas y en Madrid, varios centenares de personas se congregaron en la puerta del Sol portando pancartas a favor del "derecho a decidir".
Rajoy reiteró en su declaración del miércoles su "disposición a escuchar y a dialogar", aunque no precisó ningún cambio en las posiciones conocidas del Ejecutivo.
"En democracia siempre hay cauces para defender cualquier posición política (...) No sigan adelante, no tienen ninguna legitimidad para ello, regresen a la ley y a la democracia. No les creen más problemas que los que les han creado ya, dejen que los catalanes puedan hacer su vida en paz", declaró el presidente del Gobierno.
En el choque institucional entre el Gobierno de Rajoy y las autoridades catalanas, ambas partes se han reprochado con frecuencia la ausencia de voluntad negociadora, aunque tanto el Ejecutivo central como el Govern han dejado claro que la celebración del referéndum no era negociable.
Mientras Rajoy insiste en que el Gobierno no puede negociar una consulta cuya posibilidad no contempla la Constitución, la mayoría independentista en el Parlamento catalán se muestra dispuesta a debatir la forma de la votación pero no el fondo.
Aunque no hizo ninguna mención expresa a la posibilidad de recurrir al artículo 155 de la Constitución, que supondría la intervención total de Cataluña, el jefe del Gobierno sí señaló que el Ejecutivo continuará actuando "de manera firme, proporcionada y rigurosa.
"Renuncien de una vez a esta escalada de radicalidad y desobediencia, están a tiempo de evitar males mayores", señaló en alusión al gobierno catalán.
(Información de Sam Edwards y Andrés González,; Editado por Tomás Cobos)