Antonio Martínez
La Habana, 20 nov (EFE).- La prensa oficial cubana intenta vender
en estos días el proyecto del general Raúl Castro de desmantelar el
"paternalismo" y los subsidios generalizados que caracterizaron el
medio siglo de Gobierno de su hermano y antecesor Fidel.
"Ningún Estado puede dar lo que no tiene", titula hoy en lo alto
de su primera plana el diario Granma, portavoz del gobernante
Partido Comunista, del que aún es primer secretario Fidel Castro a
pesar de que lleva más de tres años sin aparecer en público por una
enfermedad que le obligó a dejar la Presidencia.
La frase es del propio ex mandatario, en un discurso de diciembre
de 1986, pero Granma la destaca en un contexto actual muy distinto:
el Gobierno que preside Raúl Castro padece una falta de liquidez
asfixiante que ha hecho caer el comercio exterior de bienes de Cuba
un 36% en los primeros nueve meses del año.
Y las soluciones son de tiempos de guerra y penuria: no pagar las
deudas ni a otros países ni a proveedores, restringir el consumo de
combustibles cerrando empresas improductivas, pedir a la población
que se ajuste aún más el cinturón y recortar lo que el general
Castro llama "exceso de gratuidades", empezando por los alimentos de
la libreta de racionamiento.
Unas "gratuidades" y subsidios y un paternalismo que antes eran
el orgullo del sistema montado por el convaleciente Fidel Castro,
cuando los cubanos eran todos becarios del bloque soviético, hasta
que se desplomó, y que fueron loados por la misma prensa que ahora
arremete contra ellos.
"Nos acostumbramos a que el Estado nos lo diera todo", titula
Granma la carta de un lector que firma J. R. Cuesta Tapia.
"Creo que el planteamiento del paternalismo del Estado Cubano es
totalmente positivo, hasta los enemigos han hablado de él como algo
imposible de mantener, y es imposible de mantener, pero la pregunta
es cómo y cuándo, pues fue el estado el que creó los mecanismos para
convertirse en paternalista y es él el que tiene la responsabilidad
de desmontarlos", agrega la carta.
"Cuando se rompe una ventana, esperamos que el Estado nos la de,
porque sencillamente no hay dónde comprarla", agrega Cuesta Tapia.
Algunos analistas han intentado explicar los recortes sociales
del general Castro como parte de sus prometidas "reformas
estructurales", pero la mayoría lo tiene claro: son medidas de
emergencia por la falta de dinero.
Desde que Raúl Castro se encargó de la Presidencia, primero como
interino en julio de 2006 y luego como titular en febrero de 2008,
ha habido bastantes cambios de vicepresidentes y ministros,
especialmente una purga al estilo estalinista en marzo pasado, pero
la cúpula y el sistema siguen siendo los mismos.
Un diplomático europeo comentó a Efe que en el escenario hay
algunos actores secundarios nuevos, pero que la obra, el autor, el
director, los protagonistas y los diálogos siguen siendo idénticos,
salvo por el aumento del deterioro del decorado debido a la honda
recesión.
"Eliminar facilidades en demasía y gratuidades", titula Granma
hoy otra nota sobre la necesidad del desmonte "raulista" de lo que
fue el sistema "fidelista".
Entre tanto, el ex gobernante calla sobre lo que sucede en la
isla y sus frecuentes artículos los dedica a asuntos exteriores: el
siempre denostado "imperio" estadounidense, el cambio climático, el
uso de bases militares colombianas por tropas norteamericanas y las
escaramuzas internacionales del presidente venezolano, Hugo Chávez,
su amigo y aliado.
"Necesario control de combustible", destaca también Granma este
viernes en su portada, insistiendo en la campaña de ahorro, que ha
incluido la petición del general Castro de poner a producir la mitad
de las tierras cultivables de la isla, que el propio Estado abandonó
por décadas.
Y hacerlo con yuntas de bueyes porque la gasolina y los tractores
no alcanzan, y cambiar los lemas oficiales con el "Patria o muerte"
de Fidel convertido ahora en "Ahorro o muerte", según la misma
prensa oficial. EFE