Torrelavega (Cantabria), 26 ago (.).- Los administradores concursales de Sniace (MC:SNCE) han asegurado al comité que el inicio del plan de liquidación está paralizado desde hace varios meses, como consecuencia de una reclamación presentada por el Ayuntamiento de Torrelavega (Cantabria), referida a la titularidad de una finca.
Como consecuencia de ello, no se ha podido poner en marcha el plan que preveía un plazo de seis meses para recibir ofertas económicas por parte de posibles interesados en hacerse con la totalidad de la unidad productiva de Sniace.
Este plazo podrá comenzar cuando el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid que pilota la liquidación de la compañía falle sobre esta reclamación, algo que no podrá ser antes de septiembre porque agosto es un mes inhábil para la justicia.
El anuncio ha sido realizado esta tarde por el portavoz del comité, Antonio Pérez Portilla, en la asamblea de trabajadores celebrada este jueves para informar a los extrabajadores de plantilla sobre la marcha del proceso dentro del proceso de liquidación de la compañía, que comenzó en febrero de 2020.
Según dijo, “todos estábamos convencidos” de que el plan de liquidación se inició el pasado junio, cuando el Juzgado dio el visto bueno al texto redactado por los administradores, pero no ha sido así por la reclamación municipal, lo que, para Pérez Portilla, “añade más incertidumbre” al proceso.
En este sentido, ha recordado que en este plazo de seis meses estaba previsto que alguno de los cuatro inversores que han mostrado interés por Sniace presentasen alguna oferta en firme, algo que no ha ocurrido y, según sus cálculos, podría retrasar este proceso a finales del primer trimestre de 2022.
También ha detallado ante los extrabajadores que el plan ha dividido la fábrica en seis zonas o "perímetros de actividades" (cogeneración, depuradora, forestal, activos corporativos, celulosa y viscosa) por si se aplica la venta "al despiece" en una tercera fase, tras superar la venta lote por lote.
En el caso de que algún inversor se decidiera a presentar ofertas en la primera fase, debería hacerlo por la unidad productiva, y acompañarla con el depósito de una fianza por el 10 % de la cuantía, mientras que el resto se podía hacer mediante avales bancarios.
Hasta el momento se han interesado por la empresa un grupo de accionistas minoritarios de Sniace liderados por Clemente Fernández González, y el empresario cántabro que fue presidente de la cotizada Amper (MC:APE).
También lo han hecho Textil Béjar, el grupo de fabricación de textil sanitario, junto a la entidad ICW Holding, así como una empresa ligada a la Universidad de León.
Sobre Sniace pende en estos momentos una deuda estimada en más de 141 millones de euros, que estaría reclamada por cerca de 300 acreedores a los que la administración concursal ha reconocido impagos, entre ellos proveedores, consultoras y empresas de trabajo temporal (ETT) y ayuntamientos.
Al Ayuntamiento de Torrelavega se le tiene reconocida una deuda cercana a los 839.248 euros, a la Tesorería General de la Seguridad Social unos 1,39 millones, al Fondo de Garantía Social (Fogasa) otros 2,09 millones y al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) se le atribuyen cobros pendientes por 33.174 euros.
Entre los acreedores también se encuentran el expresidente de compañía Blas Mezquita, quien aparece como titular de una deuda de casi 170.000 euros, además de otras cantidades a TSK Electrónica y Electricidad, la firma cabecera del empresario Sabino García Vallina, por cerca de 20 millones de euros.
Por otra parte, Pérez Portilla ha mostrado la ”preocupación” del comité de empresa ante las últimas actuaciones del Ayuntamiento de Torrelavega, referidas a proyectos que se están desarrollando o se quieren desarrollar en el entorno de la empresa.
Ha aludido a la idea de habilitar un albergue de peregrinos en las edificaciones deportivas anexas al Complejo Óscar Freire, la construcción de la carretera hasta Viveda que afecta a terrenos de Sniace o la ejecución de obras en el llamado parque de las Tablas.
Para el portavoz del comité de la empresa, estos proyectos ”presionan” el plan de liquidación y podrían alterar su desarrollo, al ”poner el foco sobre el valor de los terrenos en vez de en un proyecto industrial de futuro para Sniace”.
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