La Haya, 2 feb (.).- La Fiscalía de Países Bajos inició este miércoles una investigación penal sobre el gigante neerlandés del acero Tata Steel (NS:TISC) para determinar si “ha introducido de forma intencionadal e ilegal” sustancias peligrosos en el subsuelo, el aire o en aguas superficiales en la provincia de Holanda del Norte, poniendo en peligro la salud pública.
El Ministerio Público ya ha comunicado el inicio de la investigación a Tata Steel y también a Harsco Metals Holland, procesadora de productos residuales, a raíz de una denuncia recibida en nombre de más de 800 personas físicas y varias jurídicas, residentes locales que llevan años quejándose de la contaminación de la fábrica de acero.
La denuncia fue presentada en mayo de 2021 y desde entonces la Fiscalía estudió las declaraciones y solicitó y examinó diferentes documentos relacionados con el caso antes de decidir la apertura de la investigación contra las dos compañías ubicadas en el municipio de Velsen, en la provincia de Holanda del Norte.
La investigación también se centrará en el papel de sus ejecutivos dentro de las dos empresas.
“El Ministerio Fiscal investiga si pueden ser imputadas por introducir o hacer introducir de forma intencionada e ilícita en el suelo, el aire o las aguas superficiales sustancias nocivas que puedan suponer una amenaza para la salud pública”, señala el comunicado.
Hay varios casos pendientes contra estas dos compañías. Este jueves Harsco Metals Holland debe comparecer ante un tribunal de Ámsterdam por posibles violaciones de las normas de sus permisos.
Y a finales de este año Tata Steel se tendrá que defender ante los tribunales por cuatro infracciones, incluido el caso conocido como “la nieve negra” que se cree que fue causada por el polvo de carbón en febrero de 2021.
A principios de diciembre pasado, el Gobierno neerlandés anunció el endurecimiento de los permisos de Tata Steel para emitir sustancias nocivas, lo que conllevará controles adicionales en esa dirección.
El Gobierno central y la provincia de Holanda del Norte quieren acelerar la mejora de la calidad del aire en la ciudad portuaria de IJmuiden, por lo que la empresa recibirá permisos más estrictos y el Instituto de Salud Pública y Medioambiente (RIVM) llevará a cabo dos investigaciones sobre el polvo asentado en las cercanías de la compañía dentro de un año.
La mayoría de quejas de los residentes, expuestos a altas concentraciones de sustancias tóxicas, se centran en las molestias por los olores que provoca la siderúrgica, por lo que el plan es también obligar a la empresa a combatir “continuamente” este hedor, mientras produce de una forma más limpia y sostenible.
La propia empresa dijo estar dispuesta a acelerar una serie de planes para reducir las emisiones contaminantes y se comprometió a emitir un 70 % menos en 2023, en lugar de 2025, frente a sus emisiones de 2019, mientras reducirá a la mitad las emisiones de los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) a principios del próximo año.
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