Antonio Martín Guirado
Los Ángeles (EE.UU.), 5 ago (EFE).- Jeff Bezos, creador de todo un imperio de libros digitales a través de Amazon, la compañía que fundó, pretende ahora con la compra del diario The Washington Post insuflar nuevos bríos al papel con la misma innovación y experimentación que caracterizan muchas de sus iniciativas.
"Necesitaremos inventar, lo que significa que necesitaremos experimentar", afirmó Bezos en su carta a los empleados del periódico tras darse a conocer el acuerdo para vender el periódico insignia del grupo The Post Co. por 250 millones de dólares.
Amazon, con sede en Seattle, no tendrá ningún papel en la adquisición, pero Bezos se convertirá en su único propietario cuando se complete la venta, probablemente dentro de 60 días, según el Post.
Y aunque Bezos, de 49 años, promete no estar al frente del diario en su "día a día", sí asegura que habrá "un cambio en los próximos años" y que internet jugará un papel fundamental en él.
"Estoy entusiasmado y soy optimista acerca de esta oportunidad para la invención", afirmó este millonario conocido por su visión y claridad de pensamiento.
Nacido en Albuquerque (Nuevo México) en 1949, el fundador de Amazon está casado con la novelista Mackenzie Bezos, con la que tiene cuatro hijos.
Se trata de una pareja muy celosa de su intimidad que, sin embargo, sorprendió en julio de 2012 al realizar una donación de 2,5 millones de dólares a Washington United for Marriage, un grupo que apoya los derechos al matrimonio homosexual en el Estado donde reside.
Graduado por la Universidad de Princeton, comenzó a trabajar en Wall Street en ciencias de la computación, aunque renunció al puesto antes de cumplir 30 años para dedicarse a la venta de libros por internet desde su garaje en Seattle.
Fundó Amazon.com en 1994 y la sacó a bolsa tres años después, aunque no obtuvo beneficios hasta finales de 2001.
Amazon es hoy la mayor compañía del mundo de ventas por internet, aunque en 2012 su fuerte incremento de ventas, que llegaron a 61.090 millones, quedó anulado por un aumento aún mayor de los gastos operativos, que crecieron un 28 % hasta 60.417 millones.
No deja de resultar irónica la futura compra de The Washington Post por alguien que fue visto como una amenaza para el sector editorial, un negocio que mueve unos 35.000 millones de dólares anuales en EE.UU., debido a la proliferación de la lectura digital.
Con el lanzamiento del lector de libros electrónico Kindle, cuya versión original permitía almacenar hasta 200 libros y elegir entre una oferta de 90.000 títulos a la venta en su tienda online, además de suscripciones a los principales diarios, revistas y blogs del país, se planteó cuál sería el futuro de las editoriales en un mundo de libros digitales baratos y fáciles de descargar de la web.
El propio Bezos explicó que los ciclos editoriales se acortarían porque no sería necesario imprimir físicamente los libros y los costes bajarían, de forma que se reducirían los precios y animaría a la gente a leer más.
El sello innovador de Bezos está permanentemente presente en la empresa, cuyos últimos pasos adelante incluyen el lanzamiento de su propia moneda virtual, Amazon Coins, con el objetivo de fomentar el comercio de aplicaciones y juegos en su tableta Kindle Fire.
Pero sus intereses van más allá de Amazon y no duda en embarcarse en proyectos independientes, como cuando localizó en el fondo del Atlántico, en marzo del año pasado, los motores del cohete de la misión Apollo 11 que puso al primer hombre en la luna.
Su equipo consiguió detectar con imágenes de sónar los motores F-1 que propulsaron el cohete de la misión que llevó a Neil Armstrong y Buzz Aldrin a la luna en 1969 y que, como parte de la primera fase del proyectil, cayeron al océano.
Bezos es, además, junto con Richard Branson, fundador del grupo Virgin, uno de los millonarios que ha decidido embarcarse en proyectos para desarrollar vuelos suborbitales para civiles, en concreto a través del New Shepard de Blue Origin, otra empresa del creador y consejero delegado de Amazon. EFE