Por Jack Kim y Kiyoshi Takenaka
SEÚL/TOKIO (Reuters) - Una agencia estatal de Corea del Norte amenazó el jueves con usar armas nucleares para "hundir" Japón y reducir a Estados Unidos a "cenizas y oscuridad" por apoyar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y las sanciones tras la última prueba nuclear norcoreana.
El Comité de Paz de Asia y el Pacífico de Pyongyang, que gestiona las relaciones exteriores y propaganda del Norte, también pidió la disolución del Consejo de Seguridad, al que calificó de "una herramienta del mal" compuesta por países "sobornados" que actúan bajo las órdenes de Estados Unidos.
"Las cuatro islas del archipiélago deberían acabar hundidas en el mar por la bomba nuclear de Juche. Ya no es necesaria la existencia de Japón cerca de nosotros", dijo el comité en un comunicado publicado por la agencia de noticias oficial KCNA.
Juche es la ideología gobernante del Norte que mezcla marxismo y una forma extrema de nacionalismo propio predicado por el fundador del estado, Kim Il Sung, el abuelo del actual líder, Kim Jong Un.
Las tensiones regionales han aumentado notablemente desde que Corea del Norte llevó a cabo su sexto y su más potente ensayo nuclear el 3 de septiembre.
El Consejo de Seguridad de 15 miembros votó el lunes por unanimidad una resolución redactada en Estados Unidos y una nueva ronda de sanciones, prohibiendo las exportaciones de textiles de Corea del Norte, que son las segundas en importancia del país después del carbón y minerales, y limitando el suministro de combustible.
El Norte reaccionó a las últimas medidas adoptadas por el Consejo de Seguridad, que tuvieron el respaldo de China y Rusia, reiterando sus amenazas de destruir Estados Unidos, Japón y Corea del Sur.
"Reduzcamos el continente estadounidense a cenizas y oscuridad. Descarguemos nuestro resentimiento mediante la movilización de todas las formas de represalias que se han preparado hasta ahora", dijo el comunicado
Japón criticó duramente el comunicado del Norte.
"Este anuncio es extremadamente provocativo y atroz. Es algo que eleva considerablemente la tensión y es absolutamente inaceptable", dijo el jueves el jefe de gabinete japonés, Yoshihide Suga, en una rueda de prensa.