Cuando Gabriel García Márquez escribió la desdichada historia de Santiago Nasar y su muerte, no estaba ni remotamente consciente de las criptomonedas, la tecnología Blockchain y de la alocada historia de Telegram y su red TON. Sin embargo, la historia de TON y sus tokens Gram se asemejan mucho al trágico final que Nasar tuvo en las letras de “Gabo”. Fallecido luego de muchas advertencias.
Inicio: Una ambiciosa ICO
El boom de las criptomonedas en 2017 no dejo a nadie indiferente. Inclusive las empresas consolidadas del mercado empezaron a llegar al mercado en la medida que Bitcoin iba acercándose a la marca de los 20.000 dólares.
La aplicación de mensajería rusa fue precisamente una de las que vieron la oportunidad de la “Blockchain-season” y en diciembre del 2017, en plena efervescencia anunciaron que estarían trabajando en una plataforma Blockchain y criptomoneda propia. Para principios del 2018, antes de la gran resaca por el boom del 2017, presentó al mundo sus intenciones: Recaudar 500 millones en la pre-venta privada de tokens más grande que haya realizado una ICO.
Sin embargo, sus proyecciones se quedaron cortas. En la primera venta privada, los hermanos Durov detrás de Telegram lograron recaudar más de 850 millones de dólares con 81 inversores, entre los aparecía el oligarca ruso Roman Abramovich, reconocido por su estrecha relación el mandatario Vladimir Putin y por ser el propietario del Chelsea F.C.
Para evitar futuros problemas legales (problemas como los que los llevaron a cerrar el proyecto hoy), el equipo detrás de TON decidió presentar ante la Security and Exchange Commission de los Estados Unidos una exención de la oferta de sus tokens Grams. Específicamente, se guiaron por la exención de la Regla 506(c), que se presenta en el supuesto de que los inversores del proyecto sean “inversionistas acreditados”.
¿Qué implica un inversor acreditado? Antes proseguir con la crónica de defunción de Telegram, es necesario detenerse a responder esta pregunta. Según la opinión de la SEC, los inversores acreditados pueden ser:
Los bancos
Las compañías privadas de desarrollo de negocios
Cualquier director, funcionario ejecutivo o socio general del emisor de los valores afectados
Cualquier persona física cuyo patrimonio neto individual supere el millón de dólares
Cualquier persona física con un ingreso individual superior a 200.000 dólares..