Juan Palop
Berlín, 8 nov (.).- La locomotora alemana va a seguir avanzando a velocidad de crucero en los próximos trimestres, pero sobre ella se cierne la sombra del recalentamiento, advirtieron hoy los llamados "cinco sabios" que aconsejan al Gobierno alemán.
Según las estimaciones de estos prestigiosos economistas, recogidas en su informe anual, el producto interior bruto (PIB) alemán crecerá un 2 % este año y un 2,2 % el que viene, en un contexto de consumo interno sostenido, un sector exterior fuerte, inversiones y empleo al alza, inflación bajo control y sólidos superávit comercial y fiscal.
No obstante, señala el documento de más de 430 páginas del Consejo de Expertos, la mayor economía europea está creciendo claramente por encima de su potencial a largo plazo y corre riesgo de "recalentamiento".
Alemania se encuentra en una fase de "fuerte crecimiento", explicó en rueda de prensa el presidente de los "cinco sabios", Christoph Schmidt, quien consideró que es momento para un "reajuste de la política económica" del país y para "reformas que favorezcan el crecimiento".
En opinión de estos economistas, el Gobierno alemán debe apartarse del "discurso del reparto" que ha sostenido hasta el momento y empezar a estudiar cómo afrontar los "retos del futuro", como "la globalización, el cambio demográfico y la digitalización".
Su mensaje llega en un momento complejo para la política alemana porque conservadores, liberales y verdes llevan semanas negociando un tripartito inédito a nivel federal y de complejo encaje político por las diferencias entre ellos.
La canciller Angela Merkel, al recibir en Cancillería el informe, destacó que la economía alemana se encuentra en una situación "relativamente buena" y reconoció que políticamente "no es tan fácil" realizar reformas estructurales en momentos de bonanza.
Los "cinco sabios" defendieron además adelantar el fin del programa de compra de deuda del Banco Central Europeo (BCE), rechazaron crear un presupuesto para la eurozona y advirtieron frente a progresos rápidos en el fondo común de garantía bancaria.
"A la vista de las mayores tasas de crecimiento e inflación y riesgos crecientes para la estabilidad financiera, el BCE debería publicar una normalización de la política monetaria y terminar antes con la compra de bonos", aseguraron.
Además, consideraron que "una reforma del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) no debe nunca dar lugar a un mecanismo de transferencia" financiera y que su reconversión en un versión europea del Fondo Monetario Internacional (FMI) no es necesaria.
Tampoco "son obligatorios" para el desarrollo económico del bloque "ni una capacidad financiera para la eurozona ni un seguro de desempleo comunitario", argumentaron los "cinco sabios".
Sí es a su juicio "esencial" "completar la unión bancaria y de capitales", pero no dar el paso de un sistema común de garantías bancarias sin antes cerrar "los agujeros" del sistema de liquidación bancaria y reducir los créditos problemáticos en las entidades financieras, así como su excesiva dependencia de la deuda estatal.
El consejo prevé que el consumo interno alemán mantenga la dinámica de crecimiento en 2017 y 2018 en el 1,8 % (tras el incremento del 2,5 % de 2016) y que las inversiones repunten, respectivamente, un 3,6 y un 3,8 %.
Además, apunta que las exportaciones seguirán siendo muy superiores a las importaciones y que el superávit comercial será este año del 7,7 % y del 7,6 % el próximo, por debajo del 8,5 y el 8,3 % de 2015 y 2016, pero aún en una zona que muchos expertos tachan de desequilibrio.
Asimismo, las cuentas públicas del Estado seguirán arrojando datos positivos y cerrarán este año con un superávit del 1,0 % y del 1,1 % el próximo año.
Según sus estimaciones, la población con empleo seguirá creciendo en Alemania, y marcando nuevos máximos, hasta alcanzar los 44,8 millones de personas en 2018, mientras que la tasa de desempleo seguirá descendiendo hasta situarse en el 5,5 % a finales del próximo ejercicio, lo que sería un récord.
La inflación alemana irá además acercándose progresivamente al objetivo del Banco Central Europeo (BCE) -por debajo, pero cerca, del 2 %- y se situará este año en el 1,7 % y en el 1,8 % el próximo.
Además, el documento prevé que el producto interior bruto (PIB) de la UE se incremente en un 2,3 % este año y en un 2,1 % el que viene y reconoce que la economía mundial ha acelerado su crecimiento desde la segunda mitad del año pasado.