Tokio, 9 nov (.).- La Bolsa de Tokio cerró hoy a la baja una jornada de alta volatilidad, debido a la recogida de beneficios entre los inversores después de que el índice referencial alcanzara su máximo nivel intradía en 26 años.
El índice Nikkei terminó con una caída de 118,45 puntos, un 0,20 por ciento, hasta situarse en 22.868,71 puntos, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, perdió 4,49 puntos, un 0,25 por ciento, hasta las 1.813,11 unidades.
El parqué tokiota, casi imparable en las últimas semanas con una sucesión de subidas que han situado al Nikkei por encima de niveles no vistos en más de dos décadas, continuó hoy con esta tendencia y superó la barrera psicológica de los 23.000 puntos a media sesión.
Animado por el nuevo triple récord de los índices bursátiles de Nueva York, Tokio llegó a su mejor nivel intradía desde el 8 de enero de 1992.
La alza también se vio favorecida por los buenos resultados que han presentado esta semana algunas de las mayores compañías niponas, y a pesar de indicadores económicos negativos publicados hoy como los pedidos de maquinaria de septiembre, que se contrajeron un 8,1 % intermensual.
Pero después de superarse el techo de los 23.000 puntos, los inversores optaron mayoritariamente por hacer caja y dejaron el indicador en negativo, según dijo el analista Yutaka Miura, de Mizuho (T:8411) Securities, en declaraciones a la agencia Kyodo.
Los grandes exportadores nipones fueron algunos de los mayores beneficiados de la jornada, entre los que destacan el líder nipón del automóvil, Toyota Motor (T:7203), que ganó un 1,2 por ciento, o el gigante tecnológico Sony (T:6758), con un 3,4 por ciento.
En cambio, el sector petrolero registró las pérdidas más significativas tras su fuerte avance de la víspera, con caídas como las de JXTG Holdings (un 2,4 por ciento menos).
En la primera sección, un total de 1.111 valores retrocedieron frente a los 858 que avanzaron, mientras que 65 terminaron el día sin cambios.
El volumen de negocio ascendió a 4,993 billones de yenes (37.853 millones de euros), frente a los 3,338 billones de yenes (25.294 millones de euros) de la víspera.