Tokio, 30 dic (.).- La Bolsa de Tokio cierra con una bajada del 9,25 % en 2022 en la que supone la primera en cuatro años a consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, el temor por una recesión global y la importante caída del yen frente al dólar durante este año.
El principal indicador de Tokio, el Nikkei, cerró hoy la última sesión del año plano en 26.094,50 puntos, con los inversores intentando asegurar beneficios y no arriesgar antes de las vacaciones.
La Bolsa de Tokio abrió el pasado enero con el Nikkei sobrepasando la barrera psicológica de los 28.000 puntos y logrando un avance de cerca del 2 %, con los inversores animados por una posible flexibilización de medidas contra la pandemia de la covid-19.
Sin embargo, este ánimo no duró y el selectivo nipón fue en descenso durante la mayor parte de febrero y marzo, alcanzando en ese último mes su nivel más bajo de todo 2022, cerrando el 9 de marzo en 24.717,53, su peor dato también desde noviembre de 2020.
El principal factor que marcó esta caída fue el empeoramiento del conflicto en Ucrania y la nueva prohibición estadounidense sobre el petróleo ruso, así como la preocupación por un empeoramiento de la economía a nivel global.
Este año supone el primer descenso después de tres años consecutivos de crecimiento en la Bolsa de Tokio, que vio su mejor marca de 2022 justo al inicio de la cotización el 4 de enero y también el pasado 17 de agosto, en las únicas dos ocasiones que el selectivo superó la barrera de los 29.000 puntos.
Entre las empresas que destacaron este año en Tokio estuvo el fabricante de equipos de inspección de semiconductores Lasertec, una de las más cotizadas del año, y cuya capitalización disminuyó un 36,64 % interanual hasta los 2 billones de yenes (15.000 millones de euros).
La empresa que más subió fue Mitsubishi Heavy Industries (TYO:7011), cuya capitalización aumentó este año cerca de un 90 % hasta los 1,77 billones de yenes (12.600 millones de euros), tras el anuncio del Gobierno japonés de que aumentará considerablemente su presupuesto en Defensa.
Mientras las acciones estadounidenses cayeron cerca de un 20 % este año, las acciones de las empresas japonesas no se han visto tan afectadas, en parte, gracias a la caída del yen, que ayudó a las exportadoras, así como la reapertura de fronteras del país asiático y las consecuencias positivas de esta decisión en el turismo.
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