Luis Ortega
Córdoba, 5 mar (.).- El reto de lograr la eficiencia energética en todos los ámbitos de la vida se presenta ya como inaplazable, y la actual pandemia ha demostrado que la intervención humana es esencial tanto para destruir como para recuperar el planeta.
"Es ahora o nunca, y en muchos aspectos estamos retrasados", según expone a Efe, siendo hoy el Día Mundial de la Eficiencia Energética, Francisco Jaén, ingeniero industrial y director de Operaciones de Ximenez Group, grupo empresarial cordobés líder mundial en la iluminación decorativa y reconocido como uno de los 101 ejemplos empresariales de actuación contra el cambio climático, en el marco de la Cumbre Mundial del Clima en Madrid (COP25).
La eficiencia energética es uno de los pilares del Grupo en su compromiso por la lucha contra el cambio climático pero "no solo se trata de la iluminación", sino del "completo uso de la energía", ya sea en las "infraestructuras" o "en las rutas de los vehículos" y el uso de "nuevas tecnologías como el 5G".
Una "optimización de procesos y procedimientos" que está permitiendo "evitar esa contaminación lumínica o la generación de la huella de carbono", subraya Jaén, quien ha resaltado la "importante inversión millonaria" del grupo para lograr esa eficiencia.
De hecho, el proceso de transformación tecnológica abordado por la compañía para la integración de tecnología LED en todos sus proyectos de iluminación festiva permitió reducir un 83 % de media el consumo energético en sus instalaciones desde 2007, superando el 90 % en algunas de ellas.
Gracias a este ahorro de energía, con este cambió de modelo de tecnología lumínica, en un total de 58 proyectos decorativos, se ha reducido más de 3.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
Y esa apuesta se vio potenciada con la creación en 2019 de la Fundación Ximénez, entidad cuya misión es la lucha contra el cambio climático y la promoción del uso responsable de la energía y la transición energética.
La compañía ha dado "un paso más", según Jaén con la "digitalización" de los procedimientos de trabajo que "va a ayudar a la optimización de muchísimos procesos". Y uno de los ejemplos es el proyecto decorativo llevado a cabo en La Coruña, que se diseñó bajo los parámetros de la iniciativa "Slowlight", que promueve el disfrute de los cielos estrellados a través de un uso responsable de la iluminación, tanto urbana como decorativa.
Pero el reto de la eficiencia energética no puede llegar solo de la manos de las empresas y debe haber una "voluntad política" clara. "Nos consta que los ayuntamientos están comprometidos con ello", si bien debe ser "el Gobierno central" en que "dé un impulso" con la licitación de proyectos que potencien ese reconversión energética.
"Es la política nacional es la que debería marcar esa velocidad y ahí si que deberíamos ir un poquito más rápido", ha advertido Jaén, quien ha pedido "un empuje de verdad", ya que de lo contrario "no vamos a conseguir el compromiso que tenemos a nivel europeo y a nivel mundial" para luchar contra el cambio climático.
Pero, por otro lado, la ciudadanía "está más comprometida" y quizá la pandemia "ha abierto los ojos a muchos" al darse cuenta que sin el efecto del ser humano "se reducía la polución en las ciudades".
"Cada vez se venden más bombillas LED y la gente pregunta por las plaquitas solares", asegura Jaén, quien expone que ha crecido "de forma importante" la demanda de información de los ciudadanos sobre ahorro energético justo en estos momentos de pandemia.
Por ello, el reto "es ahora, es el momento", concluye Jaén, quien destaca el importante esfuerzo que se está haciendo desde Naciones Unidas para provocar en la sociedad y, sobre todo en los gobiernos, esa concienciación en que lograr la eficiencia energética es una meta "inaplazable".