Lima, 25 mar (EFE).- Los países pobres o en desarrollo soportarán
un 80 por ciento de los costes generados por el cambio climático, a
pesar de ser los causantes de apenas un tercio de las emisiones de
gases de efecto invernadero, según el Banco Mundial (BM).
El informe sobre el desarrollo mundial para 2010, presentado hoy
en Lima por el organismo internacional, revela que la vulnerabilidad
es mayor en estos países debido a la gran dependencia que tienen
muchos de sus servicios en relación con el clima.
Según el estudio, un calentamiento de dos grados centígrados
significaría una reducción permanente del 5% de los ingresos anuales
per cápita en África y en Asia meridional, debido a los impactos en
un sector básico como la agricultura, mientras que el Producto
Interior Bruto mundial caería sólo un 1%.
Durante un encuentro sobre la gestión de áreas naturales
protegidas en Perú, la autora del informe y economista jefe de la
red de desarrollo sostenible del BM, Marianne Fay, insistió en la
necesidad de conciliar el desarrollo económico con las políticas de
lucha contra el cambio climático.
La clave está, a su juicio, en actuar "ahora, juntos y de forma
diferente", más allá de que los países logren un acuerdo global de
reducción de emisiones de gases.
Los riesgos son claros en las distintas regiones en desarrollo:
África subsahariana está muy expuesta a sequías e inundaciones;
numerosas personas viven en la costa y en islas de litoral bajo en
Asia oriental y el Pacífico.
El estado de las infraestructura es "lamentable" en Europa
oriental y Asia central, el nivel de pobreza y la densidad
demográfica son altas en Asia sudoriental, mientras que Oriente
Medio y el norte de África son las regiones más secas.
En el caso de América Latina y el Caribe, los ecosistemas más
importantes están amenazadas, entre ellos la Amazonía y los Andes,
cordillera en la que se prevé una futura desaparición de los
glaciares tropicales.
En este contexto, Latinoamérica emite solamente el 5% de las
emisiones globales de dióxido de carbono, pero lo que preocupa a los
expertos del Banco Mundial es que la región causa el 31% de las
emisiones de carbono asociadas al uso de la tierra.
Para Walter Vergara, miembro del Departamento Ambiental del BM,
la estrategia en países como Perú, considerados emisores
"intermedios", debe centrarse en adaptarse a los efectos negativos
del cambio climático y conservar el patrimonio natural, en vez de
quemar millones de hectáreas.
Por su parte, Fay aseguró que los esfuerzos para mitigar los
daños y adaptarse a las nuevas condiciones del clima son más que
insuficientes, ya que suponen menos del 5% de lo que se necesita por
año hacia 2030.
Por ejemplo, los 15.000 millones de dólares de fondos públicos
que se invierten al año en la investigación y desarrollo de sistemas
energéticos suponen la misma cantidad que los hogares
estadounidenses destinan para la comida de sus mascotas y que los
franceses consumen en quesos.
Actualmente, se dedican 10.000 millones de dólares anuales para
el cambio climático en los países en desarrollo, frente a los
475.000 millones que se estiman necesarios para 2030.
Ante esta situación, otro de los asistentes al acto, el ministro
del Ambiente peruano, Antonio Brack, abogó por cambiar el paradigma
de desarrollo, a pesar de que después de la cumbre del clima de
Copenhague hubo que "tomar una aspirina para superar la depresión",
tras el fracaso en alcanzar un acuerdo que sustituyera el Protocolo
de Kioto en 2013. EFE