Por Kanupriya Kapoor y Slamet Kurniawan
KARANGASEM, Indonesia (Reuters) - Indonesia amplió el martes el periodo de cierre del aeropuerto en Bali mientras las cenizas del volcán se extendían por la isla, dejando varados a miles de turistas y a las autoridades tratando de persuadir a los habitantes a abandonar sus hogares cerca de la montaña en erupción.
"Los canales de vuelo para los aviones están cubiertos de ceniza volcánica", dijo el ministerio de Transporte en una declaración, citando a autoridades de navegación aérea.
El aeropuerto de Bali, a unos 60 kilómetros del volcán Monte Agung, estará cerrado hasta las 7 a.m. del miércoles (2300 GMT del martes), añadió.
La frustración ya empezaba a sentirse en el segundo mayor aeropuerto del país, con unas 2.000 personas tratando de reprogramar sus vuelos.
"Hay miles de personas varadas aquí en el aeropuerto", dijo Nitin Sheth, un turista de India. "Tienen que ir a otro aeropuerto y están tratando de hacerlo, pero las autoridades de gobierno aquí no están ayudando", añadió.
Otros estaban más relajados.
"No hay mucha información, sino muy poca. (Pero) está bien, estamos de vacaciones así que no importa. No sabemos qué va a pasar pero podemos volver al bar y tomar otro trago", dijo Matthew Radix de Australia.
Diez aeropuertos alternativos han sido preparados para que las aerolíneas desvíen los vuelos entrantes, incluyendo en provincias cercanas, dijo el operador de aeropuertos, añadiendo que estaba ayudando a la gente a reprogramar vuelos y entregando alimentos y entretenimiento a los viajeros varados.
El aeropuerto en la isla Lombok, al este de Bali, fue reabierto, dijeron autoridades, mientras el viento soplaba las cenizas hacia el oeste a la costa sur de la isla de Java.
El Agung se eleva majestuosamente sobre el este de Bali a una altura de más de 3.000 metros. Su última erupción en 1963 dejó más de mil muertos y arrasó varios pueblos lanzando material piroclástico, cenizas calientes, lava y lahar, flujos de lava fría que transportan barro y grandes rocas.
El Centro de Mitigación de Desastres Geológicos y Vulcanológicos de Indonesia (PVMBG) ha alertado que una erupción similar a la de 1963 podría lanzar rocas del tamaño de un puño a una distancia de hasta 8 kilómetros y gas volcánico hasta por 10 kilómetros en tres minutos.