Sao Paulo, 13 feb (EFE).- El ajuste fiscal de 50.000 millones de reales (unos 29.994 millones de dólares) anunciado esta semana por el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff causó malestar y división en la cúpula del Partido de los Trabajadores (PT), afirmó hoy la prensa.
Según el diario Folha de Sao Paulo, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, encargado de hacer el anuncio de un recorte de gastos en el presupuesto destinado para 2011, pidió una explicación de algunos de los miembros de la dirección del PT contrarios a la medida, como el exministro de Presidencia José Dirceu.
El anuncio coincidió con la celebración del trigésimo primer aniversario del partido de Gobierno y según el medio impreso, varios de sus dirigentes criticaron la medida.
Para Dirceu, el recorte puede poner en riesgo la ejecución completa de programas sociales, el principal soporte político del PT, a pesar del compromiso de Mantega de no comprometer el presupuesto destinado para esos fines.
El exministro, en una reciente entrevista a una emisora radial, manifestó que prefiere una reducción en la tasa de intereses como estímulo a la economía y cuestionó que su alza sea el único mecanismo para el control de la inflación.
De acuerdo con el periódico, en el PT existe una división entre partidarios de Dirceu y de Antonio Palocci, el actual ministro de Presidencia y considerado como el autor de la propuesta de ajuste fiscal adoptada por Rousseff.
Los analistas económicos celebraron el ajuste propuesto por Rousseff y algunos mencionaron que ella está corrigiendo el "desfalco" de la maquinaria estatal dejado por su antecesor, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien aumentó el número de funcionarios públicos con más ministerios y secretarías especiales.
Dentro del ajuste fiscal se considera también la negativa del Gobierno de aceptar un salario mínimo mensual de 580 reales (unos 347,9 dólares) que proponen las centrales sindicales, incluso con el apoyo de algunos legisladores de la bancada oficialista. EFE