Washington, 25 ago (EFE).- Los mercados esperan que el Gobierno
de EE.UU. revise a la baja el crecimiento económico del segundo
semestre ante el pesimismo que han generado los últimos indicadores,
y que revelan que la recuperación está perdiendo fuelle a marchas
forzadas.
El próximo viernes es la fecha prevista para que el Departamento
de Comercio dé a conocer la revisión del crecimiento del Producto
Interior Bruto (PIB) del segundo trimestre, que inicialmente se
calculó en el 2,4 por ciento.
La mayoría de los analistas ahora espera que la corrección fije
el ritmo de incremento entre el 1,2 y el 1,4 por ciento.
El mismo día, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke,
tomará la palabra en la reunión anual que se celebra en Jackson Hole
con los gobernadores de los bancos centrales de todo el mundo, y
donde se espera que dé a conocer su diagnóstico de la situación
económica.
La economía de EE.UU. entró en recesión en diciembre de 2007 y
después de cuatro trimestres consecutivos de contracción apuntó una
tasa anualizada de crecimiento del 1,5 por ciento en el tercer
trimestre de 2009.
El ritmo se aceleró a un 5 por ciento entre octubre y diciembre,
y luego bajó al 3,7 por ciento en el primer trimestre de 2010,
aunque según los expertos, este crecimiento estuvo influenciado en
su mayor parte por el Plan de Estímulo que lanzó el Gobierno de
Barack Obama en febrero de 2009, tras llegar a la Casa Blanca.
Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso dado a
conocer ayer indicó que el plan de estímulo, que supuso el
desembolso de unos 800.000 millones de dólares, aportó hasta unos
4,5 puntos porcentuales al crecimiento del PIB.
Para los republicanos, el hecho de que el crecimiento del PIB en
la segunda mitad de 2009 responda a la inyección de dinero público
es una muestra de las fallidas políticas económicas del Gobierno.
El jefe de la minoría republicana en la Cámara de Representantes,
John Boehner -con la mira puesta en las elecciones legislativas de
noviembre- reclamó ayer la destitución del secretario del Tesoro,
Timothy Geithner, y del asesor económico presidencial Lawrence
Summers.
Por su parte, la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy
Pelosi, dijo que el estímulo gubernamental contribuyó a una
reducción de 1,8 puntos porcentuales en el índice de desempleo y que
"creó o salvó" los empleos de unos 3,3 millones de personas.
En medio de la discusión política han seguido apareciendo los
indicadores económicos que apuntan a una desaceleración de la
actividad y reflejan la persistencia del alto desempleo.
El Departamento de Comercio informó hoy que las ventas en julio
de casas nuevas disminuyeron un 12 por ciento, hasta una tasa
anualizada de 276.000 unidades, la más baja desde que se tiene
registros.
Ayer, la Asociación Nacional de Agentes de Bienes Raíces indicó
que en julio el ritmo de ventas de casas usadas disminuyó un 27,2
por ciento en julio, la mayor caída mensual registrada.
Otro informe del Gobierno mostró hoy que los pedidos de bienes
duraderos a las fábricas de Estados Unidos aumentaron un 0,3 por
ciento en julio, el primer incremento en tres meses.
Pero aún ese incremento se debió, principalmente, al aumento del
75 por ciento en los pedidos de aviones. El sector manufacturero de
Estados Unidos muestra indicios de una desaceleración, tras haber
disfrutado una reactivación en los últimos meses.
En esta situación, toda la atención de los mercados se centrará
en los próximos tres días en la reunión que los Gobernadores de los
Bancos Centrales celebran en Jackson Hole, en el estado de Wyoming.
Uno de los temas que se podría discutir es la conveniencia o no
de mantener los bajos tipos de interés en EE.UU., que se encuentran
por debajo del 0,25 por ciento desde diciembre de 2008.
De hecho, el anfitrión de la reunión será el presidente del Banco
de la Reserva Federal de Kansas City, Tom Hoening, quien en las
últimas reuniones del Comité de Mercado Abierto de la Fed ha votado
por un incremento de las tasas de interés.
También estarán en Jackson Hole el ex economista principal del
Fondo Monetario Internacional (FMI), Raghuram Rajan, y el presidente
del Comité de Desarrollo Económico de la Organización para la
Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), William White, quienes
abogan por un incremento rápido y sustancial de los tipos. EFE