Teresa de Miguel
Nueva York, 12 dic (EFE).- Las palabras de alerta por los efectos que ya está teniendo sobre la economía de EE.UU. el "precipicio fiscal" lanzadas por el presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, aguaron hoy la fiesta con la que había celebrado Wall Street las nuevas medidas de estímulo del banco central.
El Dow Jones de Industriales, el principal índice del parqué neoyorquino, llegó a sumar cerca de 70 puntos hacia el ecuador de la sesión, justo después de que se desvelara la nueva inyección, pero tras escuchar las advertencias de Bernanke cerró con un mínimo descenso del 0,02 % ó 2,99 puntos, hasta los 13.245,45.
El indicador de referencia de la capital financiera mundial puso así fin a la racha alcista de cinco jornadas consecutivas con la que había esperado precisamente al día de hoy, cuando el banco central estadounidense concluía su reunión sobre política monetaria de dos días, la última del año.
No fueron diferentes las cosas para los otros dos indicadores de Wall Street, puesto que desde que empezó a hablar el presidente de la Fed comenzaron un declive que acabó con un ascenso marginal del 0,04 % en el selectivo S&P 500 y un retroceso del 0,28 % en el índice compuesto del mercado Nasdaq.
"Ya ha tenido efectos en la economía, ha creado incertidumbres tanto en inversores como en consumidores. Claramente, es un gran riesgo", fueron las palabras de Bernanke sobre la repercusión del "precipicio fiscal", una combinación de subidas de impuestos a todos los estadounidenses y masivos recortes del gasto público.
Ese temido escenario, que no se evitará a no ser que republicanos y demócratas logren salvar sus diferencias para alcanzar un pacto que reduzca el déficit en el largo plazo, ha sido el principal quebradero de cabeza de los inversores el último mes, desde que las elecciones destrabaron las negociaciones.
Por ello, Bernanke consiguió borrar de un plumazo las ganancias que se anotó el parqué neoyorquino desde el arranque de la jornada, confiado en que la Fed decidiría, tal y como ocurrió, lanzar un programa mensual de compra de bonos a largo plazo por valor de 45.000 millones de dólares para estimular la economía.
El plan tomará el relevo a la llamada "Operación Twist", que supone el canje de bonos del Tesoro de corto plazo por otros de largo por valor también de 45.000 millones de dólares mensuales y que finalizaba en enero.
Por otra parte, la Fed señaló que mantendrá los tipos de interés de referencia en los actuales niveles "excepcionalmente bajos al menos mientras la tasa de desempleo" permanezca por encima del 6,5 %, al tiempo que rebajó hasta un rango de entre el 1,7 y el 1,8 % su previsión de crecimiento para la economía de este país en 2012.
A la llamada de atención a los legisladores de Washington se unió el consejero delegado de Walmart, Mike Duke, quien afirmó hoy que la amenazadora crisis fiscal ya ha impactado negativamente al gasto de los consumidores, unas palabras que propiciaron una caída del 2,75 % de las acciones del gigante minorista.
También lanzaron hoy llamamientos por una resolución del "precipicio fiscal" tanto el consejero delegado de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, como el de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, que participaron en una conferencia económica organizada por el diario The New York Times.
Así, Wall Street se desmarcó de las ganancias de las bolsas europeas, que fueron del 0,83 % en el caso de Madrid; del 0,35 % en Londres; del 0,33 % en Fráncfort y del 0,01 % en París.
Desde el ámbito empresarial destacó esta jornada la firma de cosméticos Avon, que bajó el 0,97 % tras anunciar que eliminará 1.500 puestos de trabajo y abandonará los mercados de Corea del Sur y Vietnam el año que viene con el objetivo de reducir sus gastos en 400 millones de dólares para finales de 2015.
Por lo contrario, Berkshire Hathaway, el grupo inversor del multimillonario Warren Buffett, subió el 2,42 % en bolsa tras anunciar que comprará acciones propias de clase A por un total de 1.200 millones de dólares. EFE