Lisboa, 25 ago (.).- El Gobierno socialista de Portugal permitirá a los hogares y pequeños negocios que regresen a la tarifa regulada del gas, que hasta ahora estaba prohibido por ley, después de que varias comercializadoras anunciasen subidas en las facturas a partir de octubre, en algunos casos superiores al 150 %.
"Los precios del mercado regulado serán menos de la mitad de los precios de las comercializadoras que ayer anunciaron su aumento", aseguró en rueda de prensa el ministro de Ambiente y Acción Climática, Duarte Cordeiro, al presentar la medida.
Cordeiro explicó que la decisión fue tomada frente a "circunstancias excepcionales", en concreto el anuncio realizado por varias comercializadoras para subir las tarifas, "en algunos casos superiores al 150 %".
El miércoles, las dos principales compañías del mercado de gas en Portugal anunciaron aumentos a partir de octubre: EDP (ELI:EDP) una subida media de hasta 37 euros por factura y Galp (ELI:GALP) un incremento cuyo valor será divulgado "en breve", según informaciones de la agencia Lusa.
"Creemos que con este cambio muchos consumidores tendrán una factura inferior a la actual", insistió el ministro de Ambiente, que añadió que la medida estará vigente durante un plazo máximo de 12 meses.
El Ejecutivo considera que la medida puede ser "bastante más eficaz" para bajar la factura de familias y pequeños hogares que alternativas como la reducción del IVA.
En Portugal, 1,4 millones de clientes están en el mercado liberalizado del gas y sólo unos 230.000 permanecen en el regulado.
El resto de consumidores dependen de las bombonas de gas, para las que el Gobierno luso estableció recientemente un precio máximo.
La Entidad Reguladora de Servicios Energéticos (ERSE) lusa anunció que la tarifa regulada del gas subirá un 3,9 % en octubre.
Con la medida anunciada este jueves, el mercado luso del gas sigue los pasos del de la electricidad, donde es posible volver a la tarifa regulada desde 2017.
Para el mercado eléctrico, el ministro de Ambiente recordó que desde junio está en marcha el mecanismo ibérico acordado con España para poner tope al gas, y reiteró que permite una reducción frente al precio que habría sin esta medida.
"Nunca dijimos que no existirían aumentos de precios, dijimos que ese mecanismo reduciría los aumentos", defendió Cordeiro, que se mostró partidario de que las facturas de las compañías muestren no sólo el coste del tope al gas sino también el ahorro que permite.