Buenos Aires, 20 nov (EFE).- Los argentinos creen que viven en un
país "en penumbras", que navega "sin rumbo", en el que reina la
inseguridad y la confrontación, y en el que falta un modelo y un
liderazgo claro, según el estudio de una consultora privada
difundido hoy.
La investigación, efectuada anualmente desde 2002 por el IAE
Business School y la consultora de mercado y consumo CCR, fue
llevada a cabo durante los meses de octubre y noviembre de este año
en Buenos Aires y su periferia por medio de entrevistas telefónicas
y grupos de enfoque con personas de diferentes condiciones sociales.
En este análisis se registra una "creciente sensación de
desigualdad", especialmente entre las clases sociales más bajas, de
"desprotección e impunidad", con una notable pérdida de valores y la
visión de un Gobierno "fuera de sintonía con las demandas sociales",
explicó el director ejecutivo de CCR, Guillermo Oliveto.
"En síntesis, vemos a Argentina como una sociedad D, porque la D
domina las sensaciones, hay desánimo, desilusión, descontento,
desesperanza, decepción, depresión", es una sociedad que "pide a
gritos un rumbo".
En el estudio se refleja que en este momento del año el 58 por
ciento de los encuestados ven la situación económica del país peor
que en el pasado, y hay una evaluación "crítica" de la gestión del
Gobierno, que el 47 por ciento califica como mala.
"Toda esta sensación de malestar está afectando al consumo",
apuntó Oliveto, porque "la clase alta está precavida, la media
empieza a sentir algún nivel de deterioro, sobre todo porque tiene
temor de perder su empleo, y las bajas están en una situación
bastante límite".
Los consumidores de la clase alta están volviendo al "smart
shopper, el comprador inteligente", y actuando con mayor control y
cautela, con un menor gasto por compra y una menor adquisición de
productos de lujo.
Las clases bajas, por su parte, movidas "por la lógica de la
situación límite, realizan compras comunitarias, procuran que
alguien les preste la tarjeta de crédito para obtener financiación,
y adquieren todas aquellas cosas que tienen más a mano para poder
optimizar el recurso escaso que tienen", explicó.
No obstante, Oliveto explicó que se estima que el consumo de los
productos de la canasta básica cierre el 2009 con un aumento del 1,5
por ciento con respecto al pasado año, un alza menor que la de los
anteriores (5,5 por ciento en 2008), pero que merece un análisis
positivo si se tienen en cuenta los malos pronósticos para este año.
Por su parte, Guillermo D'Andrea, del área de Dirección Comercial
del IAE, apuntó que la evolución de las instituciones argentinas "no
es alentadora", con un "pobre desempeño" en competitividad e
innovación, y una baja sofisticación del mercado financiero,
aspectos que bajo su punto de vista hay que mejorar para poder
avanzar en un futuro.
En especial, destacó la "muy baja" competitividad del sector
público, solo por encima de Venezuela en la región, pero agregó que
"tampoco está mucho mejor el sector privado". EFE