Bruselas, 19 oct (EFE).- La decisión adoptada hoy por los líderes de la Unión Europea (UE) de retrasar la entrada en vigor del supervisor bancario único mantiene la incertidumbre sobre la posibilidad de que los bancos españoles puedan recapitalizarse directamente desde los fondos europeos.
Los detalles técnicos de esa decisión de los Veintisiete, que supone la victoria de las tesis de Alemania frente a las de Francia y España, los tendrán que perfilar los ministros de Finanzas de la zona euro en sus reuniones del Eurogrupo.
Ese retraso, sin embargo, no preocupa al Gobierno español, según señaló hoy su presidente, Mariano Rajoy, al término de la cumbre, cuando insistió en que a España no le urge la puesta en marcha de la recapitalización directa de la banca, aunque sí la apoya.
"Tampoco es la preocupación más importante del Gobierno de España", afirmó Rajoy en la conferencia de prensa posterior al término de la cumbre.
Las ayudas que recibirán los bancos españoles en dificultades ya se han evaluado en unos 40.000 millones de euros, una cifra que representa en torno al 4 % del Producto Interior Bruto (PIB) del país y que se contabilizará como deuda pública.
Los bancos españoles recibirán en noviembre próximo el primer tramo de ese préstamo, que procederá en principio del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que por ahora tiene una dotación de 32.000 millones de euros en efectivo.
Esa financiación les llegará a través del fondo español de reestructuración ordenada bancaria (FROB) como inyecciones directas de capital o como los llamados "bonos contingentes convertibles" (préstamos al 10 % de interés que pueden convertirse en capital).
La canciller de Alemania, Angela Merkel, por su parte, dejó claro que "no va a haber ninguna recapitalización directa" para la banca española, una posibilidad que solo estará disponible en el futuro.
Agregó que una vez esté instalado el supervisor bancario, que recae bajo las competencias del Banco Central Europeo (BCE), las entidades españolas no tendrán dificultades de las que preocuparse.
La negativa alemana afecta también a Irlanda, que aspiraba a beneficiarse de la recapitalización directa retroactiva para su banca.
Se espera que ese mecanismo de supervisión ideado por la Unión para romper el círculo vicioso entre deuda soberana y deuda de los bancos vea definido su marco legal antes de fin de año, pero su puesta en marcha se completará a lo largo de 2013.
Rajoy destacó que así se avanza hacia la recapitalización directa, un "concepto inexistente hace unos meses. Era una posibilidad en junio, que ahora se concreta", y sobre la que el Eurogrupo tendrá que elaborar una hoja de ruta precisa.
"Lo importante es que haya unión bancaria y reglas de juego iguales para todos", afirmó Rajoy, que reconoció que España también quiere que el MEDE pueda inyectar directamente capital en los bancos de la zona del euro.
Para el director de riesgos de la empresa de servicios financieros británica HiFX, Tim Kirkham, "la cumbre ha fracasado en adoptar una decisión sobre cuando el fondo dotado con 500.000 millones de euros estará disponible para inyectar liquidez a los bancos de la eurozona".
En declaraciones a Efe, el experto recordó que "la respuesta de los mercados de bonos hoy a los resultados de la cumbre ha sido tibia", al tiempo que señaló que los bonos españoles a diez años "siguen bajos, pero los de 24 meses, con los que España se refinancia, siguen altos".
"La incertidumbre sobre cuando el Mecanismo de Estabilidad Europea (MEDE) será capaz de inyectar capital directamente a los bancos españoles es una mala noticia para el Gobierno español", opinó el experto.
Explicó que se añade presión a la ya de por sí limitada situación de liquidez de las emisiones de deuda soberana que se prevén para los países del sur de Europa en los próximos meses.
Para la firma de calificación Fitch, ahora los dirigentes europeos tendrán una "presión" añadida para obtener "progresos sustanciales" en la próxima cumbre de diciembre.
"Si no se aprovecha este impulso y se avanza hacia una genuina unión monetaria y bancaria, quedará dañada la credibilidad de los políticos europeos en sus esfuerzos por resolver la crisis de la eurozona y aumentar la vulnerabilidad de la eurozona", apunta en un comunicado. EFE