PARÍS (Reuters) - El candidato conservador a la presidencia de Francia François Fillon dijo que continuará con su campaña electoral a pesar de un escándalo que implica pagos a su esposa por trabajos que según una información periodística no realizó.
En una rueda de prensa en París, Fillon, de 62 años, pidió disculpas a Francia por lo que dijo fue un error de juicio respecto a la contratación de su familia, aunque dijo que su esposa realmente había trabajado durante 15 años como asistente parlamentaria.
Al anunciar que no retiraría su candidatura para unas elecciones que tendrán lugar en abril y mayo dijo: "Una nueva campaña empieza esta tarde".
"Soy el único candidato que puede llevar a cabo una recuperación nacional", dijo.
Fillon, ex primer ministro, convocó la rueda de prensa después de que miembros de su propio partido de centro derecha, Los Republicanos, le instaran a abandonar la carrera presidencial para dar tiempo al partido a encontrar a otro candidato.
Antes de que el escándalo fuese sacado a la luz por un periódico satírico, los sondeos de opinión colocaban a Fillon como claro favorito para ganar las elecciones, una contienda de dos vueltas que se celebrarán el 23 de abril y el 7 de mayo.
Desde entonces, sus índices de aprobación se han hundido y ahora lo colocan fuera de la segunda vuelta.
Un sondeo de Opinionway publicado el lunes mostró que el candidato independiente de centro Emmanuel Macron, un exbanquero de inversión, sería quien se enfrente a la líder de extrema derecha Marine Le Pen y ganaría con comodidad en la segunda vuelta.
El semanal Le Canard Enchainé dijo que Fillon había aprobado el pago de cientos de miles de euros a su mujer británica Penelope por un trabajo supuestamente fraudulento como asistente parlamentaria.
Fillon rechazó que su mujer no hubiese llevado a cabo propiamente sus deberes como asistente parlamentaria y dijo que la campaña contra él y su mujer era excepcionalmente virulenta. Añadió que su mujer había trabajado para él de varias maneras y le había representado en actos y eventos.
"Su trabajo fue vital para mi papel como responsable electo (...) todo esto fue legal", dijo.
Ha sido común que legisladores franceses empleen a esposas, hijos e incluso amantes en sus oficinas. Pero lo que había sido aceptable en el pasado no lo era ya para el público francés, dijo Fillon.
"Fue un error, del que me arrepiento profundamente, y me disculpo al pueblo francés", dijo.