Madrid, 27 oct (.).- El Banco Santander (MC:SAN) obtuvo un beneficio ordinario de 730 millones de euros en España en los nueve primeros meses de 2021, un 47 % más que un año antes, gracias principalmente a la reducción de los costes, ha explicado hoy la entidad al supervisor español, la CNMV.
Los ingresos subieron un 4 % gracias a la gestión del margen comercial y a la aportación de las comisiones, sobre todo de las transaccionales, las de los seguros y las cobradas por la gestión de fondos de inversión, si bien se ralentizaron en el tercer trimestre, reconoce la entidad.
En su explicación de las cuentas a los analistas, el consejero delegado del grupo, José Antonio Álvarez, ha explicado que no esperan grandes cambios en este apartado a corto plazo, dado que en España no hay posiciones ALCO -con las que se gestionan los riesgos del balance- por lo que la exposición a los tipos de interés es muy elevada, posiblemente la mayor que han tenido nunca.
En el tercer trimestre también se consolidó la recuperación de la actividad en el negocio de particulares, especialmente la producción de nuevas hipotecas para la adquisición de vivienda, que fue la más alta de los últimos tres años, así como la de los créditos para consumo, que superó los niveles pre-covid.
Sin embargo, continúa la ralentización en la demanda de créditos y préstamos, principalmente en empresas, añade el banco.
De esta forma, los préstamos y anticipos a la clientela se mantuvieron estables, en 193.129 millones de euros, con crecimiento en particulares, instituciones y banca privada, y con una morosidad también similar, del 5,99 %, cubierta con garantías en casi un 48 %.
Los depósitos de la clientela subieron el 2,8 % interanual, hasta 257.488 millones, lo que no incluye cesiones temporales de activos.
La cuentas de España se presentan ahora junto con las de Reino Unido, Portugal y Polonia, en un área llamada One Santander Europa, que obtuvo un beneficio conjunto de 2.293 millones de euros, casi el doble que un año antes.
En Reino Unido, la entidad ganó 1.145 millones de euros, más de un 400 % más que en el mismo periodo de 2020 gracias a la liberación de provisiones, al menor coste de los depósitos y al mayor volumen de hipotecas y pymes.
En Portugal, el beneficio ordinario atribuido aumentó un 39 % y se situó en 339 millones, por las ventas de carteras ALCO, los menores costes y el mejor comportamiento en el riesgo de crédito pese a que están finalizando las moratorias.
En Polonia, el beneficio ordinario atribuido cayó un 12 %, hasta 125 millones, afectado por las bajadas de los tipos oficiales y por los cargos realizados para hipotecas denominadas e indexadas en francos suizos.
Estos impactos están mitigados, en parte, por los mayores ingresos por comisiones y dividendos, así como por las menores dotaciones por insolvencias, añade la entidad.