Berlín, 17 sep (.).- El canciller alemán, Olaf Scholz, expresó este martes su confianza en la continuidad del proyecto de construcción de una planta de fabricación de semiconductores en la ciudad alemana de Magdeburgo después de que la multinacional estadounidense Intel (NASDAQ:INTC) anunciara anoche un aplazamiento por dos años, al tiempo que subrayó la importancia del fortalecimiento del liderazgo tecnológico alemán.
En declaraciones a la prensa en el marco de su viaje a Kazajistán, Scholz afirmó que la decisión de Intel de aplazar dos años el proyecto en Alemania lleva implícita la declaración de que la empresa de querer llevarlo a término.
Agregó que todos han podido seguir públicamente en los últimos días, semanas y meses que la multinacional estadounidense atraviesa dificultades y tiene que reorganizarse, lo que ahora tiene consecuencias también para los proyectos de creación de nuevas capacidades de producción de semiconductores en todo el mundo.
En el caso de la planta de Magdeburgo, "se trata de un proyecto que nos hubiera gustado realizar rápidamente" y ahora, en esta situación difícil para la empresa, "tenemos que asumir que no será de inmediato", dijo.
"No obstante, sigue siendo cierto que por nuestra soberanía, por nuestro liderazgo tecnológico, también insistimos en que la producción de semiconductores tenga lugar en Europa y especialmente en Alemania. La expansión continuará", prometió.
En ese sentido, "para nosotros es importante aprovechar esta situación para contribuir, a pesar de todo, a ampliar aún más las ya profundas capacidades de Alemania en este negocio tan volátil de la industria de los semiconductores", agregó.
Indicó que para ello, y tras conocer el aplazamiento del proyecto, está en estrecho diálogo también con el gobierno del estado federado de Sajonia-Anhalt, en el este de Alemania, del que Magdeburgo, que debe albergar la planta de Intel, es la capital.
Recordó que recién tuvo lugar la colocación de la primera piedra de un proyecto de la multinacional taiwanesa TSMC para la construcción de la primera planta europea de chips en la ciudad alemana de Dresde, en el estado federado de Sajonia (este) y que existe una serie de más de treinta proyectos de importancia en el ámbito de la microelectrónica.
Por otra parte, el aplazamiento del proyecto de Intel, que contempla una inversión de 30.000 millones, 10.000 de ellos de fondos públicos, ha abierto una nueva disputa dentro del gobierno de coalición, ya que el ministro de Finanzas, Christian Lindner, propone que este dinero se destine a tapar lo agujeros presupuestarios.
Scholz, por su parte, señaló que los fondos previstos siguen siendo necesarios para los proyectos de semiconductores y que de un día a otro no hay necesidad de precisar cómo se manejan de manera individual.
"Ahora seguiremos adelante con el debate presupuestario y es obvio que también queremos promover el desarrollo de los semiconductores en Alemania y asegurarnos de que gestionamos bien nuestras finanzas", zanjó.