Por David Shepardson y Alana Wise
WASHINGTON/NUEVA YORK (Reuters) - El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, desveló el miércoles mayores medidas de seguridad para los vuelos procedentes del extranjero, evitando extender la prohibición de llevar móviles y otros dispositivos electrónicos grandes en cabina.
"Las inacción no es una opción", dijo Kelly, que agregó que cree que las aerolíneas cumplirán con los nuevos requisitos. Asimismo, indicó que las medidas no serán las últimas para mejorar la seguridad.
Las autoridades estadounidenses exigen un control reforzado de los dispositivos electrónicos personales, pasajeros y de detección de explosivos a los cerca 2.000 vuelos comerciales que llegan a diario al país desde 280 aeropuertos en 105 países.
La decisión de no imponer nuevas restricciones a los portátiles es un triunfo para las aerolíneas, que estaban preocupadas porque una posible ampliación de la prohibición a Europa y otros lugares pudiera generar grandes problemas logísticos y disuadir a algunas personas de viajar.
Las aerolíneas que no cumplan los nuevos requisitos de seguridad podrían enfrentarse a más restricciones a dispositivos electrónicos dentro de la cabina, señaló Kelly.
Responsables europeos y estadounidenses dijeron a Reuters que las compañías tienen 21 días para instalar detectores mejorados de explosivos y 120 días para cumplir otras medidas de supervisión de pasajeros. Reuters informó este mes de que Estados Unidos sugirió otra mejoras, como detectores de trazas de explosivos, una mayor vigilancia del personal de los aeropuertos y más perros entrenados.
Desde las aerolíneas han dicho que tendrán que asumir la mayor parte de los costes de las nuevas medidas. Fuentes indicaron a Reuters que les preocupa implantar los nuevos requisitos de seguridad mejorada en los cerca de 280 aeropuertos con vuelos directos a Estados Unidos en lugar de enfocarse en los lugares donde la la amenaza es mayor.
Washington impuso restricciones a los portátiles en marzo en vuelos procedentes de 10 aeropuertos en ocho países, incluidos Egipto, Arabia Saudí, Kuwait, Catar y Turquía. Reino Unido aprobó acto seguido medidas similares.