Bruselas, 3 ene (EFE).- La CE afirmó hoy que de momento no planea volver a Budapest para retomar las conversaciones sobre la ayuda económica solicitada por Hungría hasta que no reciba garantías por parte de las autoridades de que abordará con la UE la adopción de una serie de leyes constitucionales polémicas y muy criticadas.
"Hasta ahora, debido a la falta de certidumbre sobre el entorno jurídico del Banco Central de Hungría, que es muy importante para garantizar la estabilidad financiera del país, la Comisión Europea (CE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) aún no han decidido volver a Budapest para iniciar las conversaciones formales fijadas para enero", indicó el portavoz comunitario Olivier Bailly.
Las conversaciones preliminares sobre la línea de crédito preventiva, que podría ascender a entre 15.000 y 20.000 millones de euros, según cálculos de las autoridades húngaras, fueron suspendidas por la Comisión Europea (CE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en diciembre, cuando abandonaron Budapest antes de lo previsto en protesta por un proyecto de ley que limitaba la independencia del Banco Nacional húngaro.
La Comisión considera que para que se den las condiciones para volver a Budapest, el Gobierno húngaro debe dar garantías a los expertos europeos y del FMI de que "los aspectos financieros y legales de este dossier pueden ser discutidos de manera abierta y constructiva", señaló Bailly en la rueda de prensa diaria.
Según el Ejecutivo comunitario, Tamás Fellegi, ministro húngaro sin cartera que dirigirá las conversaciones sobre el préstamo con la CE y el FMI, está dispuesto a reunirse la próxima semana en Washington con los expertos de la institución financiera internacional y con el comisario para Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, durante el mes de enero, pero por ahora "no hemos respondido a esta solicitud", dijo el portavoz.
En diciembre el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, recomendó en una misiva enviada al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que retire la polémica ley, que finalmente fue aprobada por el Parlamento el pasado viernes y que incrementa de siete a nueve el número de miembros del Consejo Monetario del Banco, y de dos a tres el de los vicegobernadores.
El tercer vicegobernador será nombrado por el primer ministro (los otros dos son designados por el gobernador del banco).
De acuerdo con la agencia magiar MTI, también se adoptaron enmiendas pedidas por el BCE, como la relacionada con el nombramiento de los miembros del Consejo Monetario del banco, que no serán designados por el presidente de la república, como estaba inicialmente previsto, sino por el Parlamento.
Asimismo se introdujo una disposición, exigida por las instituciones europeas, que determina que el Banco Nacional húngaro elabora su política monetaria de forma independiente.
"El principio de los bancos centrales tiene que ser respetado", insistió Bailly.
La Comisión ha recibido hoy la traducción de esta ley y analiza ahora si es compatible con la ley comunitaria o si viola el artículo 130 del Tratado de la UE que establece que todos los bancos nacionales y centrales deben permanecer independientes y no pueden recibir instrucciones de ninguna autoridad nacional.
Pero la Comisión Europea también quiere analizar el texto de otras leyes polémicas, sobre las que la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, expresó en diciembre en una misiva al Gobierno húngaro su preocupación, en concreto por la independencia de la judicatura y del supervisor nacional sobre la protección de datos, recordó Bailly.
"En diciembre recibimos una respuesta que hemos estudiado. Hoy la ley entró en vigor y ahora tenemos que analizar el texto de la ley en inglés o francés tal y como fue aprobado, y evaluar si nuestras preocupaciones han sido tomadas en cuenta o si estas normativas (...) respetan la independencia de estas instituciones", indicó. EFE