Bruselas, 21 dic (EFE).- La Unión Europea (UE) y Rusia celebran hoy en Bruselas una cumbre en la que no está prevista la firma de nuevos acuerdos, pero en la que las partes esperan avanzar en sus conversaciones sobre conexiones energéticas y la liberalización de visados, y abordar el papel de Moscú como nuevo miembro de la OMC.
A esta trigésima cumbre bilateral asiste el presidente ruso, Vladímir Putin, así como los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
Putin ya fue agasajado anoche en la capital belga con una cena por sus anfitriones europeos.
Van Rompuy ha considerado como "indispensable" la relación que mantienen la UE y Rusia, en tanto que para Moscú la cumbre dará una oportunidad para la "cooperación" y no la "confrontación".
La agenda incluirá asuntos bilaterales como las negociaciones para un nuevo acuerdo marco UE-Rusia, el acceso de Rusia en agosto a la Organización Mundial del Comercio (OMC), la cooperación energética o los derechos humanos.
También abordarán los planes para combatir la crisis económica global que Rusia prepara al frente de la presidencia del G20 y cuestiones internacionales como la situación en Siria, el proceso de paz en Oriente Medio, el polémico programa nuclear iraní o Georgia.
En el apartado de energía, la investigación abierta por Bruselas en septiembre al consorcio estatal gasístico ruso Gazprom, al sospechar que obstaculiza la competencia en los mercados de Europa central y del este y que abusa de su posición dominante, será el telón de fondo de las discusiones.
La UE también tendrá ocasión de abordar su relación comercial con Rusia como nuevo miembro de la OMC, un logro celebrado por el bloque europeo pero que al mismo tiempo ha incrementado su preocupación al considerar que Moscú está incumpliendo sus compromisos ante Ginebra, lo que le podría llevar a utilizar los mecanismos de solución de disputas de esa organización.
En lo referente a la liberalización de visados para estancias cortas, las partes no esperan registrar grandes progresos, aunque seguirán trabajando en los "pasos comunes" acordados el año pasado relacionados con la seguridad de los documentos, los pasaportes biométricos, la cooperación policial o los derechos humanos.
Los derechos humanos también estarán en la agenda, ya que este tipo de reuniones proporcionan la ocasión no sólo de abordar los puntos de interés común, sino también las "preocupaciones", indicó la portavoz comunitaria de Exteriores, Maja Kocijancic. EFE