Lisboa, 6 oct (.).- La aerolínea TAP, en manos del Estado portugués, dio marcha atrás con la renovación de su flota corporativa de coches con modelos de alta gama para sus directivos después de la polémica generada en el país.
"La Comisión Ejecutiva de TAP comprende el sentimiento general de los portugueses", señaló la compañía este jueves en un comunicado, en el que anunció que mantendrá la flota actual durante un período máximo de un año, "mientras revisa la política de movilidad de la empresa".
Aun así, TAP, que está a la espera de ser privatizada, insistió en que la renovación que tenía prevista para su flota de automóviles era la "menos onerosa para la compañía en las actuales condiciones de mercado".
TAP pretendía renovar su flota corporativa con modelos de BMW (ETR:BMWG) cuyos precios oscilan entre los 52.000 y los 65.000 euros, según adelantaron medios locales.
La compañía aseguró que la operación permitiría ahorrar más de 600.000 euros anuales y que la flota de vehículos afectados es de "renting", los contratos datan de 2017 y no permiten más renovaciones.
La medida afectaba a 50 coches que serían sustituidos por nuevos modelos eléctricos también mediante la fórmula de "renting".
Una explicación que no convenció a los sindicatos, que consideraron la decisión "vergonzosa" e "inaceptable" cuando no se atienden las demandas para mejorar los salarios de la plantilla.
La polémica ha llegado incluso al presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, quien defendió que, en tiempos de crisis, es necesario "un esfuerzo para dar ejemplo de contención" y mantener el "sentido común".
La aerolínea portuguesa está además pendiente de un proceso de privatización que, según el primer ministro, António Costa, "es una posibilidad que está encima de la mesa para los próximos doce meses".
Medios locales apuntan a Lufthansa (ETR:LHAG) entre las aerolíneas que podrían estar interesadas en la compra del 50% de las acciones de TAP.
TAP sufrió un fuerte impacto por la pandemia, con lo que el Gobierno portugués amplió al 100% su participación en la aerolínea y aprobó ayudas millonarias al considerarla "estratégica" para el país.
En total, la Comisión Europea dio luz verde a diferentes ayudas estatales que rondan los 3.200 millones de euros, a cambio de un plan de reestructuración.
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