Tokio, 29 nov (.).- La Bolsa de Tokio cerró hoy en positivo, impulsada por los buenos resultados de Washington de la noche anterior, pero las ganancias fueron limitadas ante la preocupación por el último lanzamiento de un misil balístico al mar de Japón por parte de Corea del Norte.
El índice Nikkei cerró con un avance de 110,96 puntos, un 0,49 %, y quedó en 22.597,20 puntos, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, ganó 14,08 enteros, un 0,80 %, hasta situarse en 1.786,15 unidades.
El parqué tokiota comenzó la mañana en positivo ante los signos de progreso en la reforma tributaria de Estados Unidos, que promete simplificar las categorías de pago de la renta individual y beneficiará a los más ricos.
"Las expectativas de que la reforma tributaria salga bien empujaron a las acciones de Estados Unidos a un nivel superior, elevando también las acciones japonesas", afirmó el analista de Mizuho (T:8411) Securities Co. Yutaka Miura, en declaraciones a la agencia japonesa Kyodo.
No obstante, los inversionistas se mantuvieron precavidos, después de que Corea del Norte lanzara un misil balístico en dirección al mar de Japón, tras permanecer más de setenta días sin realizar ensayos de armas.
La inquietud sobre el posible lanzamiento de un nuevo misil ya se reflejó ayer en los resultados de la Bolsa tokiota, que cerró plana.
Sin embargo, las industrias del hierro, el acero, los seguros y los bancos resultaron beneficiadas en la jornada de hoy.
El grupo financiero de Mitsubishi (T:8058) (UFJ) fue uno de los grandes beneficiados del día y ganó un 2,8 %, mientras que el también financiero Sumitomo Mitsui (T:8316) lo hizo en un 1,7 %.
También subió el fabricante de instrumentos Yamaha (T:7951), con un 5,2 % después de revisar el martes al alza sus estimaciones de ganancias y anunciar un plan de recompra de acciones.
En la primera sección, un total de 1.501 valores avanzaron frente a los 477 que retrocedieron, mientras que 59 terminaron el día sin cambios.
El volumen de negocio ascendió a los 2,868 billones de yenes (21.695 millones de euros), frente a los 2,617 billones de yenes (19.775 millones de euros) de la víspera.