Bilbao, 26 feb (.).- Tubos Reunidos (MC:TUR) registró un resultado negativo de 101,3 millones de euros durante el año 2020 y sus pérdidas se incrementaron un 144 % respecto al año anterior, en el que obtuvo un resultado negativo de 41,5 millones, debido a que la pandemia de covid-19 "impactó drásticamente" en la compañía vasca.
En 2020 el importe neto de la cifra de negocio ascendió a 241,7 millones de euros, un 15 % menos que el ejercicio 2019 por el impacto de la covid, que ha provocado el retraso de múltiples proyectos en la cadena global de sectores clave para el grupo, como el de Oil&Gas, energía e industria, un desplome de la demanda y, en consecuencia, la ralentización y reducción de la actividad, según ha informado la compañía.
El Resultado de Explotación (EBIT) del Grupo acumulado del ejercicio 2020, sin tener en cuenta deterioros de inmovilizado, es 4,1 millones de euros inferior al obtenido en el ejercicio anterior pese a registrar una ventas 43 millones de euros menores.
La empresa ha informado de que está trabajando en la obtención de financiación adicional y ha solicitado apoyo público temporal con cargo al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas afectadas por la pandemia por un importe de 112,8 millones de euros.
La evolución de la actividad del grupo en los primeros meses del ejercicio 2020 hasta la irrupción de la pandemia estaba teniendo un comportamiento satisfactorio en línea con las previsiones y claramente mejor que en el ejercicio anterior, tanto en ventas como en resultados de explotación, pero el impacto de la pandemia anuló el buen comienzo de ejercicio, impactando desde el segundo trimestre de 2020.
Durante el mes de mayo de 2020 se formalizó una financiación extraordinaria por importe de 15 millones de euros, parcialmente garantizada con la línea de avales del Estado gestionada por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), así como la novación del acuerdo marco de la reestructuración firmada a finales de 2019.
Los objetivos de Tubos Reunidos se centran en una primera fase que abarca desde el segundo semestre de 2020 y todo el ejercicio 2021, en la que se tomarán medidas de contención del gasto, ajustes temporales de empleo, así como la negociación de nuevas fuentes de financiación que ayuden a mitigar los efectos de la pandemia y permitan poner en marcha las medidas de eficiencia necesarias para acometer con éxito la siguiente fase.
En la segunda fase (2022-2024), la empresa prevé que las necesidades mundiales de energía y electricidad se incrementarán impulsadas por el retorno al nivel de demanda pre-covid, por lo que se impulsará la demanda de tubería de acero sin soldadura en grados de aceros más aleados y, por tanto, de mayor valor añadido, lo que refuerza su estrategia de diversificación de sectores y mercados.