Bruselas, 10 jun (EFE).- El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y responsable de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, mostró hoy su apoyo a la política expansiva emprendida por el Banco Central Europeo (BCE) y defendió que sus últimas decisiones no extralimitan su mandato.
"La política monetaria sigue siendo acomodaticia, de hecho, ahora es aún más expansiva. El BCE sigue actuando con decisión dentro de su mandato para hacer frente a los riesgos de un prolongado período de baja inflación y mejorar la transmisión monetaria", afirmó Rehn durante su intervención en el Brussels Economic Forum.
El BCE bajó la semana pasada los tipos de interés en la zona del euro en 10 puntos básicos, hasta el mínimo histórico del 0,15 %, y aprobó numerosas medidas no convencionales para impulsar el crédito a las empresas y hogares.
El vicepresidente de la CE destacó la necesidad que Europa tiene de inversión, en un momento en que el sistema financiero ha sido reforzado pero sigue fragmentado, lo que lleva a que "a los negocios sostenibles, especialmente las pymes en algunos países, les resulte muy complicado obtener financiación".
Rehn abogó por "aprovechar fuentes alternativas de financiación, por ejemplo, de los fondos de pensiones y de seguros, para financiar la inversión".
Apuntó en ese sentido a los bonos de proyecto, a la mejora de los mercados de titulización emprendida por Bruselas y al uso ampliado de instrumentos financieros en el marco presupuestario comunitario de 2014 a 2020.
"Las recientes decisiones del BCE van en la misma dirección para respaldar los préstamos a las pymes", destacó el vicepresidente de la CE.
Por otra parte, subrayó que la Unión Europea "emergió hace un año de la Gran Recesión", pero "sigue habiendo problemas", y apuntó al alto nivel de deuda, la citada fragmentación de los mercados, la necesidad de garantizar la sostenibilidad de los sistemas de pensiones o al elevado precio de la energía, entre otras cuestiones.
Rehn indicó que es necesario mantener la consolidación fiscal, lo que consideró que "no es una contradicción con el crecimiento", dado que se puede apostar por sistemas más eficaces, ni con la "justicia social", si por ejemplo se refuerza la lucha contra la evasión fiscal.
"Lo que necesitamos es un reformismo realista. Necesitamos un esfuerzo sostenido, tanto en la UE como en los Estados miembros, para abrir oportunidades para el crecimiento y el empleo, en beneficio de todos nuestros ciudadanos", dijo.