SHANGHÁI, 30 jul (Reuters) - Tras un lanzamiento inoportuno, un fondo chino que prometía ofrecer a los inversores globales una oportunidad "de oro" para comprar valores educativos chinos ha caído más de un 40% este mes, camino de convertirse en el fondo de inversión con peor rendimiento del país en julio.
La semana pasada, Pekín prohibió las clases particulares con fines lucrativos en las asignaturas principales para aliviar la presión financiera sobre las familias, una medida que asustó a los inversores del sector chino de las clases particulares, que asciende a 120.000 millones de dólares.
Como consecuencia de esos temores, el Bosera CSI Global China Education ETF, el único fondo cotizado del país dedicado a la industria de la educación, terminó el viernes a 0,537 yuanes por unidad del fondo, casi la mitad del valor en su debut del 17 de junio.
El desplome del fondo cotizado (ETF) de educación, que invierte en 50 grandes empresas educativas chinas que cotizan en Nueva York, Hong Kong y China continental, subraya también el riesgo de los productos de inversión en el exterior en China.
Las empresas de la cartera del fondo, entre las que se encuentran New Oriental & Technology Group y China Education Group Holdings, se desplomaron a raíz de las medidas del Gobierno.
El ETF gestiona actualmente activos por valor de 176 millones de yuanes (27,25 millones de dólares), según cálculos de Reuters.
La fuerte pérdida contrasta con el optimismo del fondo durante su lanzamiento.
El ETF permite a los inversores comprar participaciones en empresas educativas chinas que cotizan en todo el mundo, accediendo a una "pista de carreras de oro" que se beneficia de ayudas públicas y de la creciente demanda, según dijo el gestor del fondo en ese momento.
La gestora del ETF, Bosera Asset Management Co, declinó hacer comentarios.
En una comunicación bursátil, Bosera dijo que el valor de la unidad del fondo puede sufrir una fuerte volatilidad en el futuro y advirtió a los inversores de los riesgos.
(1$ = 6,4579 yuanes chinos renminbi)
(Reporte de Samuel Shen y Andrew Galbraith; Edición de Sonali Paul, traducido por Michael Susin)