Madrid, 25 nov (.).- Una posible huelga del alquiler reduciría la oferta más de un 30 % y conllevaría un consiguiente aumento de los precios de los nuevos contratos superior al 20 %, según estima el Observatorio Español de Seguro de Alquiler (OESA).
Ante los llamamientos a una huelga de alquileres, que supone dejar de pagarlos, promovidos por el Sindicato de Inquilinas con el objetivo de abaratar los alquileres, el presidente de OESA, Javier Íscar de Hoyos, subraya que este tipo de iniciativas seguirán potenciando los efectos adversos de la Ley de Vivienda de bajada de oferta y aumento de precios, lo que supondría "echar más leña al fuego".
En un comunicado, el observatorio insiste en que la convocatoria de una huelga de alquiler tendría el efecto contrario al deseado y resultaría muy peligroso para el mercado.
Además, sostiene que la huelga de alquiler no está reconocida jurídicamente, por lo que los impagos desembocarían en procesos de desahucios con el consiguiente colapso para los juzgados.
OESA subraya que sólo la negociación y el acuerdo entre propietarios e inquilinos pueden solucionar el problema del arrendamiento en nuestro país.
A este respecto, indica que en agosto de 1931, con una crisis de vivienda, más de 90.000 familias de Barcelona dejaron de pagar sus alquileres con el propósito de conseguir una rebaja en el precio del 40 % y que la huelga finalizó a principios de 1932 con un acuerdo entre inquilinos y propietarios para abaratarlos.
"Un mercado de alquiler intervenido provoca efecto huida tanto de los pequeños propietarios, grandes tenedores, como de los fondos de inversión", advierte.
Según un informe del Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos, un impago extendido del alquiler en España, del 40 %, puede suponer una pérdida anual de 18.580 millones de euros al año, lastrar casi un 1,7 % del PIB y destruir más de 1,1 millones de empleos.