Por Paresh Dave
OAKLAND, EEUU, 21 jun (Reuters) - Microsoft Corp (NASDAQ:MSFT) dijo el martes que dejaría de vender la tecnología que analiza las emociones de las personas basándose en una imagen facial y que ya no proporcionaría acceso ilimitado a sus instrumentos de reconocimiento facial.
La decisión refleja los esfuerzos de los principales proveedores de servicios en nube por frenar la exposición indiscriminada de tecnologías sensibles en momentos en que legisladores en Estados Unidos y Europa siguen sopesando limitaciones legales.
Al menos desde el año pasado, Microsoft ha estado revisando si los sistemas de reconocimiento de emociones están basados en paradigmas científicos.
"Estos esfuerzos plantearon cuestiones importantes sobre la privacidad, la falta de consenso sobre la definición de ´emociones´ y la incapacidad de generalizar la relación entre la expresión facial y el estado emocional en todos los casos de uso, regiones y demografía", dijo Sarah Bird, gerente de productos en la unidad de Azure AI de Microsoft, en un blog.
Los clientes dispondrán de un año antes de perder el acceso a las herramientas de inteligencia artificial que pretenden inferir las emociones, el género, la edad, la sonrisa, el vello facial, el cabello y el maquillaje.
Google Cloud, de Alphabet (NASDAQ:GOOGL) Inc., se embarcó el año pasado en una evaluación similar, de la que informó por primera vez Reuters.
Google bloqueó 13 reacciones previstas en su herramienta de lectura de emociones y puso en revisión cuatro existentes, como la alegría y la tristeza. La compañía está evaluando un nuevo sistema que analiza movimientos como fruncir el ceño y sonreír, sin tratar de asociarlos a una emoción.
Google no respondió inmediatamente a la solicitud de comentarios el martes.
Microsoft también dijo que los clientes ahora deben obtener la aprobación para utilizar sus servicios de reconocimiento facial, que pueden permitir a las personas iniciar sesión en sitios web o abrir carpetas mediante un escaneo facial.
La empresa pidió a sus clientes que eviten situaciones que vulneren la privacidad o en las que la tecnología pueda dar problemas, como la identificación de menores, pero no prohibió explícitamente esos usos.
(Reporte de Paresh Dave. Editado en español por Vicente Valdivia y Marion Giraldo)