Atenas, 6 ago (EFE).- Las garantías del gobierno de Grecia en
contra de privatizar la compañía eléctrica griega DEI no han
satisfecho del todo a los sindicatos del país helénico que
amenazaron hoy con una nueva ola de huelgas.
El ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantinou, prometió
ayer en Atenas que la empresa pública de electricidad DEI "no será
privatizada" pese a las recomendaciones de expertos internacionales.
Una misión de expertos de la Unión Europea (UE), el Fondo
Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, estuvo en Grecia
durante los últimos diez días para analizar las reformas emprendidas
por el gobierno socialista griego.
Los expertos se mostraron satisfechos con lo emprendido hasta
ahora, con lo que dieron vía libre a la entrega de un segundo tramo
de 9.000 millones de euros en ayudas internacionales, aunque
presentaron una lista de recomendaciones.
Entre esas medidas, destaca la de privatizar al menos el 40 por
ciento de las centrales eléctricas del país.
Ante la negativa del gobierno, los expertos internacionales han
concedido a Atenas un plazo hasta diciembre para presentar medidas
alternativas, que podrían incluir colaboraciones e inversiones con
compañías privadas, sin perder el Estado control sobre el sector.
La firmeza del Gobierno griego ha satisfecho sólo parcialmente al
sindicato de DEI, cuyo presidente, Dimitrios Fotopulos, ha advertido
de que "los trabajadores no se relajarán" y estarán "al pie del
cañón" para nuevas movilizaciones.
Por otra parte, el sindicato de los Ferrocarriles Helénicos
(OSE), expresaron hoy su temor a que entre 800 y 1.000 de sus
empleados sean despedidos en los próximos meses en el marco del
programa de saneamiento de la empresa, que actualmente pierde unos
mil millones de euros anuales.
Según fuentes del comité de empresa de OSE, los empleados de los
ferrocarriles están dispuestos a todo si el Gobierno realiza los
planes de privatización y despidos.
Malestar entre los sindicatos griegos ha causado además el
anuncio de Papaconstantinou de conceder al sector bancario griego
ayudas adicionales de hasta 25.000 millones de euros, con el
objetivo de impulsar el crédito a hogares y empresas.
Los sindicatos critican que el desembolso se produce en el mismo
momento que las medidas de ajuste, como recortes de sueldos y
aumentos de impuestos, están afectado la vida cotidiana de la
población. EFE