Shanghái (China), 28 oct (EFE).- El futuro del sector de la automoción, en un mundo cambiante por el impacto de la crisis financiera en Europa y Estados Unidos y la creciente importancia de los mercados emergentes, fue abordado hoy en la Escuela Internacional de Negocios China-Europa de Shanghái (CEIBS).
La escuela, un proyecto conjunto de la Unión Europea y el Gobierno chino, que se ha convertido en uno de los centros de formación de ejecutivos empresariales de referencia en toda Asia, celebró hoy la décima edición de su Foro Anual sobre el Sector del Automóvil en China.
En esta ocasión la cita académica se concentra en el tema "Dándole forma al futuro del sector de la automoción: consolidación, tecnología y papel del Gobierno", por lo que trata de aclarar los principales desafíos que afronta el sector mundial en este momento.
Entre los retos principales pesa especialmente el exceso de capacidad de producción para un mundo donde, tras la crisis, la demanda se ha hundido en los mercados desarrollados, mientras en muchas economías emergentes también se da por ahora un exceso de oferta, aunque se espera que en esos casos sea sólo temporal.
"La capacidad de producción mundial ronda ahora el centenar de vehículos al año, lo que supone unos 20 o 25 millones más de lo que el mercado puede digerir, de manera realista", destacó hoy al inicio del foro el presidente ejecutivo de FIAT, Sergio Marchionne.
"Tras la crisis de 2008 nos hemos encontrado frente a una realidad del sector completamente nueva, y prácticamente todas nuestras certidumbres fueron barridas de la noche a la mañana", dijo Marchionne, que prevé que en la próxima década desaparezcan muchos fabricantes y se consoliden sólo seis o siete gigantes mundiales.
Junto al exceso de oferta y producción en todo el mundo, los costes de investigación y desarrollo para los fabricantes se están disparando también, ante la creciente presión de un mercado global que exige cada vez más avances tecnológicos en seguridad, consumo de energía y reducción de emisiones contaminantes.
Todo esto ocurre mientras la tendencia de los consumidores en los países emergentes se acerca cada vez más a las exigencias de los consumidores de los mercados más ricos, lo que aumenta la presión sobre los fabricantes, que cada vez más deben pensar su oferta de manera global, con un grado no excesivo de especialización por país.
En el centro de este contexto mundial China emerge como uno de los principales factores que decidirán el futuro del sector, no sólo porque se convirtió, tras la crisis, en la tabla de flotación de las ventas mundiales de varias multinacionales, ni porque se convertirá en el mayor productor y consumidor mundial de vehículos muy pronto.
Junto a este creciente peso del mercado chino en las operaciones y las ventas de los principales fabricantes mundiales, se espera que los propios productores chinos estén cada vez más presentes hasta hacerse con su propio lugar en los mercados internacionales.
Para ello, sin embargo, tendrán que sumarse a las tendencias mundiales del sector y abandonar progresivamente su inercia de concentrarse en lo que ocurre en China, aunque su país seguirá influyendo, a su vez, en esas tendencias mundiales, como ocurre ya con los vehículos eléctricos que desarrolla el gigante asiático.
Para discutir sobre todos estos asuntos, el CEIBS y la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) han organizado un foro académico con la presencia de profesores, asesores gubernamentales y líderes empresariales tanto europeos como del gigante asiático. EFE