Madrid, 6 abr (.).- El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha aprovechado su gira telemática por diferentes parlamentos europeos para ajustar cuentas con empresas y sectores de distintos países que, según sus datos, siguen haciendo negocio en Rusia pese al ataque a su país y las sanciones aprobadas contra Moscú.
El último ejemplo fue el martes durante su intervención telemática en el Congreso de los Diputados español, donde citó específicamente los casos de Porcelanosa (cerámica), Maxam (armas) y Sercobe (agrupación empresarial de bienes de equipo), aunque ya había hecho referencias similares en discursos anteriores.
Tanto Porcelanosa como Sercobe han salido al paso de las acusaciones para asegurar que cesaron sus operaciones antes de la invasión. Un portavoz de Maxam consultado por Efe ha declinado pronunciarse al respecto.
EMPRESAS FRANCESAS EN EL PUNTO DE MIRA
Un episodio similar se vivió en su alocución ante el Parlamento francés del pasado 23 de marzo, cuando Zelenski criticó a varias empresas del país con actividad en Rusia: " Renault (PA:RENA), Auchan, Leroy Merlin (MC:MRL) y otras deben dejar de ser patrocinadores de la maquinaria de guerra rusa".
La cascada de reacciones no se hizo esperar, y Renault anunció pocas horas después que suspendía sus actividades en Rusia, lo que significó el parón inmediato de su fábrica de Moscú.
Además, el grupo galo -que aseguró que esa decisión no fue consecuencia de las palabras del presidente ucraniano- avanzó que evaluará las "opciones posibles" sobre su participación mayoritaria (del 68 %) en la filial rusa AvtoVaz -fabricante de la marca Lada-.
Renault tiene más de 45.000 empleados en Rusia, que en 2021 fue su segundo mercado en importancia solo por detrás de Francia.
La familia francesa Mulliez es otra de los grandes protagonistas de la presencia empresarial gala en Rusia a través de las cadenas Auchan, Leroy Merlin y Decathlon, que en total dan trabajo a cerca de 80.000 personas en sus tiendas.
Auchan, que en España opera bajo el nombre de Alcampo y cuenta con unos 30.000 empleados en Rusia, ha decidido mantener su actividad con el argumento de que abandonar el país sería "inimaginable desde el punto de vista humano", aunque el grupo ha suspendido sus inversiones y su filial en Rusia funciona de forma autárquica.
También ha decidido quedarse Leroy Merlin (45.000 trabajadores), que se justifica alegando que el cierre acarrearía una expropiación que reforzaría a Rusia y que además tiene una responsabilidad hacia los empleados que trabajan en su red de 113 establecimientos.
Por el contrario, Decathlon sí tomó medidas después del discurso de Zelenski y el 29 de marzo informó de que suspendía sus actividades en Rusia por problemas de suministro en sus 60 tiendas, en las que trabajan 2.500 empleados.
ACUSACIONES A SECTORES EN BÉLGICA
En su paso virtual por el Parlamento belga el 31 de marzo, el presidente ucraniano hizo referencia a la industria de los diamantes y a la portuaria, ambas con fuerte presencia en la ciudad belga de Amberes (por donde transitan el 86 % de los diamantes brutos del mundo), pero no mencionó a empresas concretas, por lo que no hubo llamadas al boicot ni ninguna compañía se vio obligada a reaccionar.
"Hay personas para las que los diamantes rusos que a veces se venden en Amberes son más importantes. Para quienes aceptar barcos rusos en sus puertos y para quienes los ingresos de estos barcos son más importantes que nuestras luchas", dijo el presidente ucraniano.
Si bien el quinto paquete de sanciones propuesto por la UE prevé vetar el acceso de los navíos rusos a los puertos europeos, lo que repercutirá sobre los belgas, la potente industria del diamante ruso se libra por el momento de las sanciones comunitarias pese a que Estados Unidos y Reino Unido sí han impuesto medidas restrictivas.
De las cerca de 250 empresas belgas con presencia en Rusia, las que no se han visto directamente afectadas por las sanciones -como el grupo de panadería La Lorraine o el fabricante de grúas Sarens- mantienen de momento sus actividades en el país y, como mucho, han paralizado algunas operaciones comerciales, según un análisis del diario económico belga L'Echo.
Es el caso de la multinacional cervecera Ab InBev -que querría parar la venta de Budweiser en Rusia pero depende en ese país de su socio turco Anadolu Efes- el grupo químico Solvay (BR:SOLB), los productores de materiales de construcción Unilin y Soudal, o el fabricante de productos higiénicos Drylock, que argumentan principalmente que tienen una responsabilidad con sus empleados en Rusia.
MENSAJE POLÍTICO DE CALADO EN ALEMANIA
Zelenski también intervino el 17 de marzo ante el Bundestag alemán, donde reprochó a Alemania haber mimado las relaciones con Rusia y haber caído en la dependencia actual de su gas en alusión a la construcción del gasoducto Nord Stream, acordada en 2005 entre el entonces canciller Gerhard Schröder y su gran aliado político, Vladímir Putin.
"Os advertimos entonces de que Nord-Stream es un preparativo para la guerra y la respuesta fue que obedecía solo a intereses económicos. Economía, economía, economía...", dijo explícitamente.
El tema de Nord-Stream y la dependencia energética de Alemania es una de las claves de este conflicto, motivo de vergüenza para los socialdemócratas -Schröder sigue al frente del consejo de Nord-Stream, entre otros- y de polémica para los conservadores de Ángela Merkel, bajo cuyo poder se agrandó la dependencia.
SIN ALUSIONES CONCRETAS EN ROMA Y LONDRES
Por el contrario, en el Parlamento italiano Zelenski no señaló el pasado 22 de marzo a ninguna compañía concreta por hacer negocio en Rusia, y se limitó a pedir la confiscación de los bienes de los oligarcas rusos, ya que es uno de sus países favoritos para pasar las vacaciones.
De las empresas registradas en la patronal italiana Confindustria, no llega al medio millar las que operan en Rusia, con Barilla, Eni (MI:ENI), Ferrero, Ferrari (NYSE:RACE), Generali (MI:GASI), Prada o Pirelli entre ellas.
Mientras que Lamborghini y Ferrari detuvieron su producción de vehículos para el mercado ruso, marcas de moda como Armani mantienen sus tiendas abiertas, como han publicado algunos diarios italianos.
En el sector alimentario, Ferrero optó por suspender "todas las actividades no esenciales y los planes de desarrollo también en Rusia", incluyendo publicidad; por su parte, la fabricante de pasta Barilla mantiene la producción en el país pero "para el mercado local".
El gigante de hidrocarburos Eni anunció su intención de proceder a la venta de su participación en Stream Pipeline, que controla con Gazprom (MCX:GAZP) el gaseoducto que transporta gas natural desde Rusia a Turquía, y la eléctrica Enel (MI:ENEI) también dijo estar estudiando su salida del país, aunque ésta aún no se ha producido.
Otro ejemplo es el de Pirelli, que fabrica el 10 % de todos sus neumáticos en Rusia y que ha decidido reducir su producción para poder seguir pagando salarios a sus empleados, pero no la ha detenido.
Tampoco citó Zelenski a ninguna empresa británica por sus vínculos con Rusia durante su discurso ante los diputados en Westminster el pasado 8 de marzo, aunque fue el propio Gobierno del Reino Unido el que trasladó públicamente que existía "un fuerte imperativo moral" sobre las compañías del país para "aislar" a Moscú.
Empresas como la tabaquera British American Tobacco (LON:BATS) (BAT, dueña de marcas como Dunhill o Lucky Strike) o la cadena de grandes almacenes Marks & Spencer (LON:MKS) negocian la forma de salir del país, mientras que el banco HSBC mantiene sus operaciones pese a recortar el acceso ruso a los mercados de capital y Vodafone (LON:VOD) también continúa presente aunque sólo sirve a clientes de la parte occidental del país.
Reckitt Benckiser (LON:RKT), especializada en productos de higiene y para el hogar, mantiene abiertos sus negocios en Rusia, con los que factura alrededor de 400 millones de libras (479 millones de euros) anuales, y la multinacional Unilever (LON:ULVR) (dueña de la marca de helados Ben & Jerry's, los jabones Dove o la mayonesa Hellmann's), continúa vendiendo artículos "esenciales" en el día a día aunque sólo los fabricados a nivel local.
AGRADECIMIENTO EN PAÍSES BAJOS
La postura de Zelenski durante su discurso telemático ante el Parlamento de Países Bajos del 31 de marzo fue diferente, ya que no sólo no mencionó ninguna empresa neerlandesa en concreto, sino que incluso agradeció al país "por la postura de principios en la actividad empresarial relacionada con la Federación Rusa".
La mayoría de sus grandes empresas, como Heineken (AS:HEIN) o los fondos de pensiones (que juntos tenían cerca de 2.000 millones de euros en circulación en acciones y bonos rusos), han dejado de hacer negocio con Moscú y solo continúan principalmente las empresas locales de bienes de primera necesidad y alimentos básicos.
Las peticiones de Zelenski se centraron en intensificar las sanciones para que Rusia "no tenga recursos de continuar esta guerra"; el cierre de los puertos de Países Bajos a los barcos rusos para "detener cualquier comercio" con Moscú; y la renuncia "más rápida" a los recursos energéticos rusos.
El país ha anunciado este miércoles la retención de 14 yates de lujo que se encontraban en construcción o mantenimiento en astilleros neerlandeses, lo que tendrá un efecto financiero en la importante industria de construcción de yates de Países Bajos.
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