Por Mathieu Rosemain y Gwénaëlle Barzic
PARÍS (Reuters) - Las fuertes inversiones de Orange (PA:ORAN) empezaron a dar frutos en Francia el año pasado, lidiando con un periodo desafiante para el operador de telecomunicaciones en vista de una guerra de precios con su rival de menor tamaño Iliad (PA:ILD).
Las ventas anuales en Francia crecieron por primera vez desde 2009, dijo el antiguo monopolio el miércoles, elevando los beneficios operativos del grupo y convenciendo a los gestores para incrementar el dividendo para 2018.
El consejero delegado del grupo, Stephane Richard, que el martes se aseguró un tercer mandato de cuatro años, se ha alejado de costosas subastas de derechos deportivos, apostando por una rápida expansión de la red de fibra óptica para asegurar unos ingresos mayores y recurrentes.
Esta estrategia contrasta con otros grupos de telecomunicaciones como el británico BT (LON:BT) o SFR (PA:SFRGR), filial francesa de Altice (AS:ATCA), cuyos malos resultados han hundido las acciones de su matriz, fuertemente endeudada, más del 50 por ciento el año pasado.
España, el segundo mayor mercado nacional de Orange después de Francia, fue un gran contribuyente a los beneficios del año pasado. El resultado bruto de explotación (EBITDA) del grupo se incrementó un 17 por ciento.