QUITO, 17 mar (Reuters) - El sistema penitenciario de Ecuador, aquejado por el abandono del Estado y la ausencia de una política criminal integral, tiene altos niveles de violencia y corrupción sin precedentes, así como lamentables condiciones para los reclusos, dijo el jueves la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Una delegación de la comisión visitó Ecuador en diciembre, luego de violentos enfrentamientos en cárceles de Guayaquil y otras ciudades, que provocaron la muerte de 316 presos en 2021 frente a los 46 del año anterior.
En un informe sobre la situación de las cárceles de Ecuador, la CIDH encontró que el uso excesivo de la prisión preventiva contribuye a un mayor hacinamiento en las cárceles, mientras que recortes presupuestarios y la falta de personal de custodia y técnico, debilitarían la institucionalidad del sistema.
"Lo que ha existido por varias décadas ha sido un abandono del sistema penitenciario y ese abandono llevó a estos altos niveles de violencia", dijo Stuardo Ralón, vicepresidente de la CIDH y relator para Ecuador, al referirse al informe.
"Si no se hace una política integral coordinada y sólo se dan algunas medidas aisladas los hechos pueden repetirse", añadió en una entrevista telefónica con Reuters. "Es un problema estructural que amerita que se reflexione algunas reformas legales".
El Gobierno de Ecuador no respondió de inmediato a las preguntas sobre el informe de la CIDH.
Ecuador debe coordinar acciones para combatir la violencia y el hacinamiento, lograr la reinserción social de los presos y recuperar el control de las cárceles, agregó Ralón.
El sistema penitenciario de Ecuador ha estado marcado, además de la violencia, por un 15% de exceso de población carcelaria y las malas condiciones de vida de los 35.000 presos que albergan las prisiones del país sudamericano.
El presidente Guillermo Lasso declaró el estado de emergencia en todo el sistema penitenciario de Ecuador el año pasado, desplegando las fuerzas armadas del país para apoyar a la policía en el control externo de las prisiones.
Lasso está impulsando un plan para reducir la violencia carcelaria, que incluye pacificar a las pandillas, indultar a presos en casos especiales, repatriar a los detenidos extranjeros y reformas legales.
El Gobierno ha dicho que la violencia carcelaria está vinculada con la disputa de pandillas por el control de las rutas del tráfico de drogas.
La falta de un control estatal eficaz en áreas particularmente violentas de las cárceles de Ecuador podría haber contribuido a que las bandas criminales estuvieran a cargo de los presos, agregó el informe de la CIDH.
(Reporte de Alexandra Valencia; Editado por Javier López de Lérida; Editado en español por Javier López de Lérida)