Por El Tayeb Siddig y Aidan Lewis
JARTUM, 30 abr (Reuters) - Las fuerzas militares rivales de Sudán se acusaron mutuamente de nuevas violaciones del alto el fuego que expira el domingo, mientras proseguía por tercera semana el conflicto, pese a las advertencias de que se avecina una guerra civil catastrófica.
Cientos de personas han muerto y miles han resultado heridas desde que, el 15 de abril, estallara el conflicto entre el ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés).
Enzarzadas en una batalla por Jartum, la capital sudanesa a orillas del Nilo, las partes se han enfrentado a pesar de una serie de treguas conseguidas por mediadores como Estados Unidos, la última de los cuales expira a medianoche (2200 GMT).
La situación en Jartum, donde el ejército se ha enfrentado a las fuerzas de la RSF atrincheradas en zonas residenciales, era de relativa calma el domingo por la mañana, según un periodista de Reuters, después de que en la noche anterior se escucharan fuertes enfrentamientos cerca del centro de la ciudad.
El ejército declaró el domingo que había destruido convoyes de las RSF que se dirigían hacia Jartum desde el oeste. La RSF dijo que el ejército usó artillería y aviones de guerra para atacar sus posiciones en varias zonas de la provincia de Jartum.
Reuters no pudo verificar los informes de forma independiente.
En un aparente intento de reforzarse, el ejército dijo el sábado que la Policía de Reserva Central empezó a desplegarse en el sur de Jartum y que haría lo mismo en otras zonas de la capital.
La policía sudanesa declaró que la fuerza se desplegó para proteger los mercados y las propiedades que habían sido objeto de saqueos. El sábado, la RSF le advirtió de que no se involucre en los enfrentamientos.
La fuerza es una división grande y fuertemente armada de la policía de Sudán que tiene experiencia en combates de conflictos en la región occidental de Darfur y en las montañas Nuba en el sur de Sudán.
El conflicto ha provocado la huida de decenas de miles de personas a través de las fronteras de Sudán y ha suscitado advertencias de que el país podría desintegrarse, desestabilizando una región volátil.
(Reporte de Khaled Abdelaziz, Eltayeb Siddig e Ibrahim Mohamed Ishak en Sudán; Aidan Lewis, Nafisa Eltahir y Hatem Maher en El Cairo; escrito por Tom Perry; editado en español por Carlos Serrano)