DUBÁI, 14 abr (Reuters) - La decisión de Irán de enriquecer uranio hasta el 60% de pureza es una respuesta al sabotaje en su instalación nuclear más importante, dijo el miércoles el presidente Hassan Rouhani, quien añadió que la República Islámica no tiene intención de construir un arma nuclear.
Tras la explosión del domingo en su planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, que Teherán atribuyó a su archienemigo Israel, Irán dijo que empezaría a enriquecer uranio al 60%, lo que supone acercar el material fisible a los niveles adecuados para la fabricación de una bomba.
También dijo que activaría 1.000 máquinas centrífugas de tecnología avanzada que se encuentran en el sitio.
"Por supuesto, los funcionarios de seguridad e inteligencia deben presentar los informes finales, pero aparentemente es un crimen de los sionistas, y si los sionistas actúan contra nuestra nación, responderemos", dijo Rouhani en una reunión de gabinete televisada.
"Nuestra respuesta a su malicia es sustituir las centrifugadoras dañadas por otras más avanzadas y aumentar el enriquecimiento al 60% en la instalación de Natanz".
Las autoridades iraníes han calificado el incidente como un acto de "terrorismo nuclear".
Israel, al que la República Islámica no reconoce, no ha comentado oficialmente el asunto.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica, la organización de control nuclear de la ONU, dijo el martes que había sido informado de la decisión de Irán.
Francia dijo el martes que estaba coordinando una respuesta junto con las potencias mundiales, entre ellas Estados Unidos, después de que Irán dijera que iba a empezar a enriquecer uranio al 60%.
Washington calificó el anuncio de Irán de "provocador" y dijo que la administración estadounidense estaba preocupada, añadiendo que ponía en duda la seriedad de Teherán en las negociaciones nucleares.
Las conversaciones se reanudarán el jueves en Viena para discutir las sanciones que Washington podría levantar y las restricciones nucleares que Teherán podría observar.
(Escrito por Parisa Hafezi, editado por William Maclean; traducido por Flora Gómez en la redacción de Gdansk)